Informes Especiales - Homicidios en Santa Fe

Jueves 29 de Diciembre de 2016 - 08:34 hs

Matar y morir

El homicidio constituye uno de los indicadores más completos, comparables y precisos para medir la violencia. De ahí que este informe se ha propuesto cuantificar y proporcionar información extensa acerca de dónde tienen lugar los homicidios y con qué intensidad, quiénes están más en riesgo y por qué, y cómo exactamente pierden la vida.

Actualizado: Martes 03 de Enero de 2017 - 09:59 hs

 

El homicidio constituye uno de los indicadores más completos, comparables y precisos para medir la violencia. De ahí que este informe se ha propuesto cuantificar y proporcionar información extensa acerca de dónde tienen lugar los homicidios y con qué intensidad, quiénes están más en riesgo y por qué, y cómo exactamente pierden la vida. El homicidio doloso (junto con otros delitos violentos) es una amenaza para la población en cuanto a que su impacto va más allá de la pérdida de vidas humanas y puede generar un entorno de miedo e incertidumbre. Por ello, los datos sobre homicidio pueden ser una importante herramienta para monitorear la seguridad y la justicia. Cuántos mueren, quienes, donde y porqué, son datos, impactantes, que encontrarán en este trabajo. Pero meterse en las entrañas de la problemática a través de especialistas, funcionaros policiales, judiciales y de otros ámbitos, como sociólogos, forenses, juristas y los propios familiares de las víctimas de la inseguridad, nos ayudará a comprender no sólo la dimensión del problema sino además lo lacerante de sus consecuencias y lo frustrante que resulta en cuanto a resultados. Que pierda la vida más de una persona cada tres días en el Departamento La Capital nos pone al tope de las estadísticas (por lo menos de las que existen) a nivel nacional, es un horror. Pero que la cifra se mantenga, con más y menos, durante años, es una tragedia. La resolución violenta de diferencias interpersonales se lleva el mayor número de muertes. Los hombres entre los 18 y los 40 años, sus principales víctimas. La mayoría de menos de 30. Las armas de fuego el instrumento más común para cometer este delito. 

Se suma en este último tiempo, la lucha, a sangre y balas, por el territorio, con el objetivo de quedarse con el monopolio de la venta de estupefacientes. Se trata de verdaderas bandas que asuelan a determinados barrios de la ciudad, principalmente del cordón oeste, noroeste  y Alto Verde, en la capital provincial. Allí es que aparecen víctimas fatales por balas pérdidas o directamente niños que quedaron en medio de un tiroteo entre facciones enfrentadas y resultaron muertos o heridos de distinta consideración. También podrán conocer que menos del 40 % de los homicidios se esclarecen. Si bien en estos últimos dos años y con el nuevo sistema penal, ésto, en cuánto a la identificación de los agresores, superan el 60%, dato que responde a los estándares internacionales, el promedio histórico de crimen y su efectiva condena está lejos de ser satisfactoria. Analizar la capacidad de los sistemas de justicia penal para enjuiciar a los homicidas es una labor importante para evaluar esa responsabilidad fundamental del Estado, así como comprender de qué manera este factor incide en los niveles y las tendencias criminales. Un sistema de justicia penal efectivo que garantice que haya una investigación rigurosa y sentencia justa para los presuntos homicidas es un requisito previo para hacer valer el Estado de derecho y de lograr justicia para las víctimas; de otra manera, la impunidad de los criminales puede propiciar que se cometan más asesinatos. Estamos preocupados, muy preocupados, la saga de muertes, muchas de ellas múltiples, como la ocurrida en vísperas de Navidad cometidas por un solo autor, nos convoca a encontrar soluciones, multidisciplinarias, interjurisdiccionales y efectivas. Esto es solo un aporte que solo pretende ayudar a comprender la dimensión del fenómeno.

 

Fuente: LT10 - Prensa UNL - Litus TV