Stephen Wiltshire es británico y fue diagnosticado con autismo cuando tenía tres años de edad, en 1977. Pero las capacidades diferentes de Stephen le otorgaron un genial don: tener una memoria visual sin precedentes.
Wiltshire tenía solo cinco años cuando dijo su primera palabra: papel. Sin embargo, le costaba mucho hablar y casi no podía hacerse entender. A los seis años, fue enviado a la escuela Queensmill de Londres, donde expresó su interés por el dibujo. Allí comenzó a comunicarse a través de su arte. A los ocho años empezó a dibujar autos y paisajes urbanos después de un imaginario terremoto.
Sus maestros lo animaron a dibujar, y con su ayuda Wiltshire aprendió a hablar a la edad de nueve años. Cuando tenía diez, Wiltshire dibujó una secuencia de dibujos de los monumentos de Londres; uno para cada letra, que él llamó un "Alfabeto de Londres".
Y así comenzó su meteórica carrera. Hoy, es capaz de dibujar a detalle una ciudad entera luego de observarla durante un rato, como hizo con Nueva York, Dubái, Tokio o Singapur.
"Me encanta dibujar edificios altos, rascacielos, horizontes, escenas de la calle", dijo Wiltshire a la serie de YouTube Great Big Story desde Londres. En 1987, Wiltshire fue parte de un programa de la BBC "The Foolish Wise Ones". Una colección de sus obras, llamada "dibujos", fue publicado ese mismo año. Wiltshire puede mirar a un objeto una vez y luego dibujar una imagen precisa y detallada del mismo. También puede hacer escenas imaginarias, como la catedral de St. Paul's, rodeada por las llamas.
El trabajo de Stephen ha sido objeto de numerosos documentales de televisión a lo largo de los años. Además, Oliver Sacks, neurólogo, escribe sobre él en el capítulo "prodigios", en su libro "Un antropólogo en Marte".
Wiltshire fue condecorado Miembro del Imperio Británico por sus servicios prestados al arte, cuenta con su propia galería de arte en el centro de Londres y tiene una lista de encargos con una previsión de entre cuatro y ocho meses de espera. Desde el verano pasado, sus vastas panorámicas de Londres reciben a los viajeros en el aeropuerto de Heathrow.
¿Cómo hace?
Aunque parezca imposible, para Wiltshire recordar los paisajes y dibujarlos es algo natural. Su talento radica en la capacidad que posee de observar algo por una vez y luego dibujarlo de forma precisa y detallada, como si creara una fotografía, incluso si se trata de vistas panorámicas de una toda ciudad.
"Me subo en el helicóptero y luego memorizo (la escena que observo). A continuación, después de estar en el helicóptero, voy directamente al hotel a empezar a hacer el dibujo", dijo el paisajista.
Y así funciona: Stephen se sube a edificios altos y hace un viaje en helicóptero como preparación previa antes de comenzar sus sesiones públicas. No le molesta dibujar durante días frente a un auditorio que se mueve en torno a él intentando ver lo que hace. Para dibujar, usa varios rotuladores de punta fina Staedler de color negro. Mientras, en los auriculares que lleva siempre puestos en el proceso creativo, suenan soul y funk, algo de pop o disco de los años setenta, las melodías preferidas de este artista.
Wiltshire dibuja por largas jornadas de siete horas en las que tan solo hace un receso de apenas 50 minutos para comer. Sus trabajos pueden verse en su página oficial. Un artista que no para de sorprender al mundo.