El final de esta séptima edición del Argentino de Literatura se traslada a la Sala Mayor del Teatro Municipal. La noche del viernes 5 de agosto tendrá como protagonistas a dos referentes, cada uno con su arte pero con un mismo fin, quienes realizarán un intenso recital de poesía y tango. Juan Gelman y sus poemas será acompañado por el trío del maestro Rodolfo Mederos. Será una puesta de la obra de Cristina Banegas, “Del Amor”, que además sumará un montaje visual del artista plástico Juan José Cambre. La invitación es a partir de las 21.
Gelman, de 81 años, ganador del premio Cervantes y radicado en México, retomará con "Del amor", un contacto directo con el público argentino después de cinco años, cuando en 2006 leyó textos de "Violín y otras cuestiones", a los 50 años de la aparición de ese libro, en una sala de la avenida Corrientes.
"Del amor" condensará una selección de poemas de Gelman, desde Gotán (1962) hasta sus últimas obras; recitados por el autor bajo los climas musicales -tangos, valses, milongas- que Mederos compuso especialmente para este encuentro.
"Juan me convocó para que lo dirigiera y la idea era que fuera un espectáculo, no un recital. Por eso hay una mirada estética y una puesta visual donde también se suceden imágenes, pinturas del artista argentino Juan José Cambre", explicó Banegas.
Mederos señaló que el encuentro entre los artistas "nació de la admiración" y agradeció por el cruce de texturas artísticas porque lo obligó "a componer músicas que no habrían sido posibles sin esta reunión".
Mientras que Gelman reveló que el espectáculo le permitió descubrir que había escrito sobre el amor "mucho más de lo que imaginaba" y apuntó que el cruce con el universo musical del tango le resulta "natural" pues esa era la sonoridad de su adolescencia, en el barrio porteño de Villa Crespo y en un entramado social marcado por la inmigración.
De la música compuesta para el espectáculo sobresale "La única palabra", una milonga surera que Mederos incorporó al repertorio de su trío, integrado por Armando de la Vega (guitarra) y Sergio Rivas (contrabajo), que también estará en escena.
"Del amor" se presentó por única vez el 28 de septiembre de 2010 en Barcelona, España, donde el cantautor Joaquín Sabina ofició de presentador; y mañana a las 21 se verá en la Universidad de Córdoba.
El espectáculo se trasladará el lunes 1 de diciembre al Cine Plaza de Godoy Cruz, Mendoza; el miércoles 3 al porteño Teatro Nacional Cervantes; el jueves 4 al Centro Cultural Parque España de Rosario; el viernes 5 al Teatro 1 de Mayo de Santa Fe; clausurando las presentaciones el miércoles 10, otra vez en el Cervantes.
Convocados por Télam, Gelman, Mederos y Banegas dialogaron sobre sus expectativas frente al estreno argentino de "Del amor".
-¿Cómo nació la idea de trabajar en forma conjunta? ¿Cuáles fueron los puntos de coincidencia estética entre sus obras?
Mederos: A veces parece muy difícil lograr estos encuentros. Yo creo en la frase "Dios los cría y ellos se juntan". Siempre tuve una gran admiración por Juan. Lo conocí cuando lo nombraron ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y ahí, de manera salvaje, tuve la suerte de acompañarlo con el bandoneón. Luego me lo encontré en una gira por México y se consolidó la idea.
"Juan comenzó a mandarme una serie de materiales, pero necesitábamos una contención visual, alguien que ordenara, que facilitara el transcurrir del espectáculo, y por eso recurrimos a una experta como Cristina", agregó el bandoneonista.
Banegas: Yo tuve un contacto muy próximo con la obra de Juan y trabajé, ya sea como actriz o directora, con al menos tres libros de él ("Salarios del impío", 1993; "País que fue será", 2004; y "Mundar", 2007). Juan me convocó para dirigir y me puse a la búsqueda de un iluminador (Jorge Pastorino) y una serie de imágenes para proyectar (Cambre). Y creo que se consiguió un diálogo entre la palabra y el tango que dio resultado.
Gelman: Siempre me sentí muy cercano a los poetas del tango, que estaban en el ambiente de mi adolescencia en Villa Crespo. Autores como Homero Manzi u Homero Expósito eran dueños de una cultura poética extraordinaria. Y por eso creo que sentí natural la vecindad de esas músicas con mis poemas.
-¿Que diferencias hay entre su trabajo habitual de composición, más libre, con el que tuvo que hacer para "Del amor", sujeto a textos que no estaban concebidos como una canción?
-Mederos: toda la música asociada a un hecho no musical tienen en común que los elementos musicales se van eligiendo de una manera no tan libre. Cuando hay una imagen o una poesía que acompañar, el elemento que uno va a elegir está condicionado, estimulado u orientado por eso otro. Son maneras distintas de trabajar.
"De todos modos -agregó-, la música pura no implica la plena libertad. Cuando uno elige un ritmo, por ejemplo, renuncia a todos los otros. En este caso, la toma de decisión estuvo estimulada por una matriz previa que era la poesía, que me llega como una sensación.
Banegas: La poesía aparece como un disparador para asociar ideas y traducirlas a otro lenguaje, como es la música.
-Mederos: Es como el olor y la comida. Una parece parte de la otra. Es un notable ejercicio porque es una gimnasia que, de otro modo, seguramente no haría.
Gelman: Creo que el ensamble entre la palabra y la música no fue algo laborioso, sino natural. Yo aprecio enormemente que Rodolfo haya escrito música especialmente para mis textos. Y el resultado fue que se logró una afinidad inmediata.
Viernes 05 de Agosto de 2011 - 00:14 hs