De saciar la sed de soldados en el frente o en zonas inhóspitas, a proveer de agua potable a todo el mundo. Ese es el camino que asegura querer recorrer una empresa israelí que fabrica máquinas que pueden extraer el preciado líquido de, literalmente, el aire.
Según las Naciones Unidas, más de 783 millones de personas en todo el mundo no cuentan con acceso al agua potable. Varios métodos e inventos vienen intentando desde hace décadas encontrar una solución a ese problema, básicamente tratando de purificar cuerpos de agua con aplicaciones químicas o solares, por ejemplo.
Pero los directivos de Water-Gen, una empresa con base en Rishon LeZion, en los alrededores de Tel Aviv, aseguran tener la solución más rápida y barata: generar agua de la condensación del aire.
Parece ciencia ficción, pero decenas de máquinas de la compañía ya están en funcionamiento en diversos puntos del mundo, muchas de ellas en manos de fuerzas militares, pero también en funciones civiles en zonas afectadas por catástrofes naturales y en países en desarrollo con altos niveles de pobreza y escasez de agua potable.
De hecho, los nuevos accionistas mayoritarios de la empresa juran que el cambio de foco desde la provisión militar a los contratos civiles es su nueva razón de ser.
El agua es un negocio capaz de generar infinitos negocios multimillonarios, más aún a futuro si el planeta sigue soportando el veloz crecimiento de las poblaciones humanas y las duras consecuencias del cambio climático. Sin embargo, Maxim Pasik, director ejecutivo de la compañía, afirma que el "objetivo" y el "sueño" es "llevar nuestra tecnología a todo el mundo y resolver la escasez de agua potable".
"Antes de que (los nuevos accionistas) llegáramos, la compañía se concentraba en asuntos militares", dijo Pasik a Infobae. Después de tomar el control de la firma, "entendimos que la empresa tenía que dar un giro de 180 grados y decidimos desarrollar productos que atiendan las necesidades de todos, no solamente de los ejércitos", añadió.