De acuerdo a cada paladar, hay un sinfín de variedades de mate que pueden ser utilizadas para consumo. Los amantes de esta infusión encuentran así un grupo heterogéneo de productos que pueden ser utilizados para este milenario ritual que implica el sentarse a tomar mates.
PASOS.
1°. Para curarse, un mate debe ser llenado con la yerba vieja en la que se ha cebado un mate anterior. A esa yerba se le echa agua caliente y se la deja reposar por espacio de un día.
2°. Se quita la yerba y se enjuaga el mate, momento en que reconoceremos que los hollejos que recubren el material están semi desprendidos. Una vez enjuagado bien, se repite el proceso desde el primer paso por segunda vez, hasta que los hollejos sean totalmente eliminados; así, el mate estará perfectamente curado y listo para ser utilizado.
MATE DE MADERA
Existen distintos tipos de maderas que se presentan aptas para la producción de mates. Quizás las maderas más comunes estén representadas en el algarrobo, el palo santo, el quebracho y el roble. Los mates de madera generalmente son piezas indispensables para artesanos, de manera tal que pueden tallarse, teñirse, pintarse o adornarse.
MATE DE CAÑA
Aunque no muy comunes, los mates suelen utilizarse en el ritual. Se realizan fundamentalmente con caña de bambú, las cuales son curadas especialmente para evitar rajaduras al contacto con el agua caliente. En definitiva, este es un elemento que necesita un tratamiento especial si pretende ser utilizado en la producción de mate.
MATE DE CALABAZA
El mate de calabaza es al igual que el de madera, una materia prima indispensable para el trabajo artesanal. Al igual que los mates de madera, estos dispositivos suelen ser tallados y adornados de acuerdo a estándares de belleza personalizados y originales. Para confeccionarlos, las calabazas deben seleccionarse en función de su dureza y forma.