A los mensajes de texto les llevó mucho tiempo encontrar una adopción generalizada, tanto por las propias redes de telefonía móvil (la cobertura estaba lejos de ser omnipresente en 1992) como por los teléfonos cuyos botones giraban en torno a la marcación en lugar de la mecanografía. Pero cuándo llegó el teléfono inteligente, este panorama cambió por completo. De acuerdo con CBC News, solo en los Estados Unidos el volumen de mensajes aumentó de 12.500 millones por mes en 2006 a 45.000 millones un año después. La mensajería fue repentinamente fácil, y el SMS estaba listo y esperando aprovechar esa nueva libertad.
Hay pocas dudas de que los mensajes de texto han influido en la comunicación en los últimos años. Los mensajes de textos se convirtieron en la primera opción para la comunicación. En consecuencia, es muy común ver servicios que están disponibles a través de SMS. Incluso, el límite original de 140 caracteres de Twitter (que se extendió en noviembre) se construyó alrededor del límite de 160 caracteres de SMS.
Mensaje de texto: un futuro incierto
La pregunta ahora es si los SMS tienen o no un buen futuro a largo plazo. La combinación de teléfonos inteligentes y acceso a Internet ha llevado a una explosión de servicios de mensajería y redes sociales. En julio, WhatsApp por sí solo estaba entregando 55 mil millones de mensajes por día. Eso no incluye a otros pesos pesados como Facebook Messenger, iMessage de Apple o Google Hangouts.
Es probable que los SMS permanezcan por mucho tiempo. Siguen siendo una opción práctica para los que no cuentan con un teléfono inteligente o para los que viven en lugares remotos. Sin embargo, es muy posible que los SMS sigan el camino de GSM, desapareciendo a medida que las personas se mueven hacia una tecnología mucho más sofisticada.