Facundo Solís tiene 33 años y hace 12 que trabaja dentro del Servicio Penitenciario santafesino, el viernes 29 de diciembre por la tarde se convirtió en noticia por ser el autor de una verdadera masacre en barrio Alfonso.
Según informaron fuentes oficiales Solís trabaja en el Penal de Piñero, ubicado al sur de la provincia, cerca de Rosario, y fue sancionado solo dos veces a lo largo de su carrera, la última en el 2015.
En su legajo no figuran suspensiones, que es la falta más grave, sino sanciones más propias de su función. Además, no pertenecía a ningún grupo de élite y no tenía antecedentes penales ni psiquiátricos.
Con Mariela Noguera había tenido dos hijos uno de 7 y otro de 3 años, pero según testimonios de la propia familia de la víctima la relación siempre fue tormentosa y había concluido. Ella lo denunció el 3 de diciembre por lesiones leves.
Los investigadores manejan la hipótesis de que había planificado el crimen porque poco antes de cometerlo fue a la casa de Noguera a buscar a los niños. Los dejó en la casa de sus padres y regresó. Al desenlace lo conocemos todos, volvió asesinó a Mariela en la vía pública y luego en tres domicilios diferentes ejecutó a los otros integrantes de la familia de su ex compañera de vida.