La caída en la Tierra de este módulo espacial fuera de control no debería provocar daños y ofrecerá un espectáculo "espléndido" similar a una lluvia de meteoritos, afirman en China.
El laboratorio espacial chino que se dirige actualmente hacia la Tierra cae más lentamente de lo previsto en un primer momento y podría entrar en la atmósfera terrestre el lunes por la mañana en hora universal, informó el sábado la Agencia Espacial Europea (ESA), un evento en el que en la Argentina admiten un "riesgo ínfimo" para el territorio nacional.
La agencia, que vigila el desplazamiento del Tiangong-1 ("Palacio Celeste 1"), había estimado anteriormente una ventana de caída comprendida entre el sábado a las 12H00 GMT y el domingo por la tarde.
La caída en la Tierra de este módulo espacial fuera de control no debería provocar daños y ofrecerá un espectáculo "espléndido" similar a una lluvia de meteoritos, afirmaron las autoridades espaciales chinas.
En un comunicado publicado el sábado, la ESA dio una nueva ventana comprendida entre el domingo por la tarde y la mañana del lunes en tiempo universal, explicando que la caída del Tiangong-1 se ralentizó debido a una meteorología espacial más tranquila.
El Ministerio de Seguridad de Argentina había advertido más temprano que había un "riesgo ínfimo" de que caigan restos de la estación y que "es probable que los fragmento caigan en el mar", aunque todavía no se contaba con la información en torno al retraso de la previsión del episodio, que tiene grandes posibilidades de producirse en el hemisferio sur.
Un torrente de partículas solares debería haber incrementado la densidad en las altas capas de la atmósfera y precipitar la caída del laboratorio espacial. Pero no tuvo el efecto previsto, según la ESA.
¿Qué es el Tiangong-1?
Se trata del módulo espacial que fue lanzado en 2011 con el objetivo de explorar la posibilidad de crear un puerto y lugar de reuniones espaciales en la órbita de la Tierra.
Forma parte de un plan de China de tener más puertos espaciales permanentes dentro de los próximos 10 años. Su nombre en chino se traduce como "Palacio Celestial".
Sin contar los paneles solares, la estación espacial Tiangong-1 mide 10,5 metros de largo y 3,4 metros de diámetro. En total, pesa 8,5 toneladas.
Durante este tiempo fue visitado por varios astronautas chinos, entre ellos las primeras mujeres del país enviadas en misión espacial, Liu Yang y Wang Yaping.
A lo largo de la vida de Tiangong-1, la han visitado dos misiones tripuladas (2012 y 2013) en ambos casos formadas por tres astronautas. Desde 2013 no la ha vuelto a pisar ninguna persona. En ese mismo año, China lanzó Tiangong-2 para sustituirla.
¿Por qué se estrellará?
Tiangong-1 debía operar hasta 2013, momento en el que la Administración Espacial Nacional China (CNSA) debía estrellarla de forma controlada. Sin embargo, la agencia decidió prolongar su vida para obtener más datos sobre sus componentes.
En 2016, aficionados al seguimiento de satélites advirtieron que Tiangong-1 había empezado a dar tumbos sin control. En marzo de 2017, China confirmó haber terminado el contacto con la estación.
La aeronave orbitaba entre 330 y 390 kilómetros por encima de la Tierra. A esa altitud, el choque continuado con las partículas de las capas más altas de la atmósfera la frenaba y la hacía descender, por lo que los responsables tenían que ajustar su altura periódicamente para mantenerla en órbita.
Según The Aerospace Corporation, el último ajuste que realizó Tiangong-1 se produjo en diciembre de 2015. Desde entonces, la fricción con la atmósfera ha provocado que se precipite cada vez más rápido.
¿Cuál era su función?
Fue la primera estación espacial lanzada al espacio por China, con el objetivo de poner a prueba la tecnología para una futura estación espacial de mayor tamaño, ya que este país no participa en la Estación Espacial Internacional.
Esta no es la primera vez que se estrella una estación espacial. En 1979 se estrelló en Australia la estación Skylab de la NASA, de 77 toneladas. Y en 1991 el complejo formado por la estación soviética Salyut-7 y el módulo Cosmos 1686, que sumaban 40 toneladas, cayeron sobre el Pacífico. En 2001 Roscosmos precipitó la estación espacial Mir, de 120 toneladas, de forma controlada en el océano Pacífico Sur, según informa la ESA.