Este jueves 10 de mayo se cumplen 54 años de la histórica victoria de Colón ante el poderoso Santos de Pelé por 2-1, gracias a los goles de Fernando López y Demetrio Gómez, en el estadio del barrio Centenario. Justamente producto de esta gesta –además de otras más, como el triunfo ante la Selección Argentina y el campeón Peñarol de Uruguay–, el estadio se ganó el mote de Cementerio de los Elefantes.
El Sabalero militaba en el ascenso y lejos estaba de ser de esos equipos encumbrados. Pero el destino le tuvo una sorpresa preparada, logrando algo que quedaría marcado a fuego para toda la eternidad: sepultar a un equipo que arrasaba donde jugaba. "Santos estaba en una fase muy buena, en la que ganaba casi todos los torneos y hasta los amistosos. Justo ese día perdemos 2-1", contó Edson Arantes Do Nascimento, conocido más por el seudónimo de Pelé, en diálogo con el periodista santafesino Daniel Jovellano, quien tuvo la posibilidad de tener un histórico mano a mano.
Los años fueron pasando y nunca se lo escuchó al crack brasileño hablar de dicho partido. Más que nada, porque tuvo una mayor relevancia para los santafesinos que en otras partes, pese a ser un hito. "Siempre se habló de una revancha. Santos hacía dos o tres partidos comúnmente, cosa que ahora no es posible, porque los tiempos son otros. Pero sí, Santos pidió para hacer otro partido y no fue posible", resaltó.
El presidente sabalero era el recordado Ítalo Giménez, quien nunca dijo abiertamente que hubo una posibilidad de jugar una revancha en Brasil, pero gente cercana a su entorno se enteró que no solo recibió la propuesta, sino que además le habían prometido correr con los gastos y que Colón se quede con la recaudación. Pero su respuesta fue "¡no!" para que esta marca quede para la posteridad.
"Es algo que uno nunca puede olvidar, porque Santos no perdía nunca y le tocó justo ahí en Santa Fe", admitió Pelé, dejando en claro que es una espina clavada que no se pudo sacar.