Todos creen que el salero es el mayor culpable de la ingesta de sodio, pero este sólo aporta un pequeño porcentaje, un 25 por ciento. En realidad, la mayor parte proviene de los alimentos que consumimos a diario y a los que les añadimos sodio a conciencia, y en muchos otros casos deriva también de la sal que no vemos.
No hay dudas de que su excesiva ingesta (en particular, el sodio que la sal contiene) es el principal factor de riesgo para contraer hipertensión arterial, una de las enfermedades con mayor incidencia en la población.
Por eso, es imprescindible identificar los alimentos que presentan alto contenido de sodio. En este grupo se encuentran los embutidos, los snacks, el maní con sal, las aceitunas y los quesos duros, entre muchos otros. Estos son los que habitualmente elimina de su dieta un paciente hipertenso, aunque en realidad sería una medida de prevención positiva para toda la población: está demostrado que una dieta baja en sodio (entre 2 a 5 gramos de sodio) es beneficiosa tanto para los hipertensos como para quienes tienen valores normales.
¿Y la sal que no vemos dónde se encuentra?
La mayor cantidad de sodio oculto lo encontramos en los panificados. Dentro de este grupo incluimos al pan y a todos aquellos productos elaborados con harinas leudantes (galletitas dulces y saladas, medialunas y facturas, tortas y pizzas, entre otros). En el caso de los panes de salvado, panes negros o con semillas, si bien contienen mayor cantidad de fibras, y esto es beneficioso para la salud, presentan igual cantidad de sodio que el resto. La alternativa a ellos es el pan sin sal; en caso de comprarlo envasado, la etiqueta debe tener la leyenda que confirme que efectivamente fue realizado sin sal.
¿Cómo podemos lograr una dieta baja en sodio?
Las legumbres, verduras, frutas, variedad de carnes y pescados, son algunos de los alimentos que no sólo son bajos en sodio, sino que también aportan muchos otros nutrientes que benefician al organismo. Disminuir el consumo de sal, así como realizar actividad física y una consulta médica, son medidas fundamentales para el tratamiento y prevención de la hipertensión arterial, el factor de riesgo cardiovascular más importante para el desarrollo de un ataque cerebral o de un infarto agudo de miocardio.