Esta enfermedad de la piel se caracteriza por la inflamación de las glándulas sebáceas y se manifiesta con la aparición de espinillas y granos, especialmente en el rostro, la espalda y el pecho.
Varias razones pueden desencadenar esta problemática: la limpieza de la piel, la contaminación, o bien, puede tratarse de una patología crónica que necesita ser tratada por un especialista.
El céntro estético Iobella, destacó que existen varios tratamientos para combatir esta problemática como el Láser y el tratamiento IPL de luz pulsada que elimina marcas en la piel producidas por el acné y que permite higienes profundas y en caso de secuelas de acné Co2 y rellenos.
Asimismo, realizan peelings, un tratamiento intensivo ideal para hacer durante el invierno. Esto consiste en una descamación de la piel que permite renovar sus capas, eliminar imperfecciones y unificar el color del rostro, logrando una piel suave y luminosa, sin manchitas.
Además, se recomienda una estricta limpieza para prevenir los granitos: dos o tres veces por día con jabones o espumas formulados para pieles acneicas.
También se recomienda realizar exfoliaciones 3 veces por semana con geles con microgránulos y lavar la cara antes de ir a dormir, ya que de esa forma se oxigena durante toda la noche.
Por otro lado, los expertos del centro estético advirtieron la importancia de descansar 8 horas diarias para mejorar el aspecto de la piel, y limpiar al menos una vez al mes con jabón neutro y agua tibia las brochas de maquillaje, que pueden acumular bacterias y suciedad.
Además aconsejaron utilizar cosméticos no comedogénicos y livianos, aptos para pieles grasas.
Por último, es importante evitar el uso de productos caseros como el bicarbonato, limón, vinagre, etc, ya que éstos solo irritan la piel y dejan manchas sin solucionar el acné.