Tras los disturbios ocurridos en la previa de la súper final de la Copa Libertadores entre Boca y River, que obligaron a su suspensión, el presidente Mauricio Macri apuntó hoy con dureza contra ciertos dirigentes del fútbol y contra sectores de la Justicia. Fue en declaraciones formuladas en el Salón Norte de la Casa de Gobierno, donde estuvo acompañado por los ministros de Seguridad Patricia Bullrich y de Justicia Germán Garavano.
El jefe de Estado cuestionó concretamente a "una parte de la dirigencia que apaña este tipo de cosas, como (si fuera) una conducta razonable tirar piedras, agredir, violentar", y consideró que "claramente, esto no es aceptable bajo ningún concepto".
Además, tras calificar de "triste" y "frustrante" lo ocurrido, dijo que no "entiende" por qué fueron liberadas las personas detenidas en el marco de los incidentes. "En nombre de todos los argentinos, no entiendo", enfatizó.
Por otra parte, Macri anunció que incluirá en el temario para sesiones extraordinarias del Congreso un proyecto de ley para combatir la violencia en el fútbol. Según especificó, se trata de una iniciativa que el Ejecutivo ya envió al Parlamento, pero que hasta el momento no fue tratada, y que apunta a que los jueces puedan encuadrar de manera más efectiva los delitos cometidos en el marco de espectáculos deportivos.
Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, descartó que haya habido "una zona liberada" o una "interna policial" durante el ataque al micro que conducía a los jugadores de Boca al estadio Monumental. "No hubo ninguna interna policial, no hubo zona liberada, sólo hubo violentos", afirmó.