Una denuncia radicada en la Cría 2° de la ciudad el 30 de junio, destapó el accionar delictivo de personas que durante los últimos meses robaron una enorme cantidad de cereales de los trenes de carga que pasan por la ciudad. Ayer por la tarde desconocidos se subieron a la formación, la detuvieron y saquearon toneladas de maíz que tenía como destino la localidad de Timbúes.
El barrio Santa Rosa de Lima es el punto neurálgico donde se da la mayor cantidad de casos de este estilo. Con esta modalidad, durante el mes de junio se robaron 400 toneladas de soja, de la que se recuperaron sólo 90 almacenadas en bolsas adentro y afuera de las casas de la zona, mediante operativos de la Policía de Investigaciones.
En ese momento, el fiscal que tenía la causa judicial a su cargo, Omar de Pedro, había manifestado sorprendido a través de LT10 que cuando se acercó al barrio, notó que había bolsas del cereal hasta en la calle: "Había 125 bolsas en la vía pública esperando ser recolectadas, vaya a saber por quién”, manifestó, sorprendido.
La logística de los robos
Los episodios de saqueos a trenes que transportan cereales son cada vez más recurrentes, no sólo en el barrio Santa Rosa de Lima de nuestra ciudad, sino también en el resto del país. Cuatrocientas toneladas de soja sólo en el mes de junio, a los que ahora se suman 250 toneladas de maíz sustraídas del mismo modo.
Los números impactan y algunos cálculos demuestran que se precisa de una verdadera organización y recursos suficientes para acopiar y trasladar ese caudal de cereal robado.
Una tonelada equivale a 1.000 kg del cereal, por tanto 400 toneladas de soja son 400.000 kilos saqueados sólo en 30 días.
La soja desparramada por los trenes cargueros se acumula en bolsas de arpillera, y una bolsa carga 50 kilos de cereal. De este cálculo se desprende que se necesitaron 8.000 bolsas, de las que sólo se recuperaron 800.
Cómo se trasladó esa cantidad de soja es otra de las incógnitas. Un camión puede transportar 30.000 kilos del cereal, lo que indica que para trasladar esa cantidad se necesitaron alrededor de 13 viajes.
¿Hacia dónde? Aún no se sabe. Ahora, resta averiguar el destino de las toneladas robadas, ya que esa cantidad deja entrever que hay un verdadero "mercado negro" del cereal operando en la zona.