Tomar mate es una de las tradiciones más arraigadas de Sudamérica, como en Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil, Chile y hasta se toma en otras partes del mundo.
La yerba mate está incluida entre los alimentos “felices” ya que “contiene polifenoles (ácidos cafeilquínicos y flavonoides), que tienen acción antioxidante”, explica Claudia Anesini, investigadora independiente del CONICET en el Instituto de Química y Metabolismo del Fármaco.
En abril de este año, la revista especializada Phytotherapy Research, publicó una investigación que dice que la yerba mate ayudaría a prevenir la ruptura de los glóbulos rojos en sangre.
La investigación indica que el estrés oxidativo está asociado al desarrollo de ciertas patologías como diabetes, Alzheimer, Parkinson y síndrome metabólico, un conjunto de factores que aumentan la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares o diabetes.
Algunos factores son obesidad, hipertensión y niveles elevados de colesterol y lípidos en sangre, entre otros. Un mate o incluso un tereré, con la compañía de los amigos son la fórmula ideal para la felicidad.
La yerba mate, al igual que el té y el tilo, son infusiones estudiadas por sus propiedades nutricionales y antioxidantes.
El uso de este tipo de alimentos está siendo impulsado en varias partes del mundo.