No estaba en la agenda de Casa Rosada. Ni siquiera el dueño del campo se imaginaba una visita de este tipo. "Macri vino, golpeó la puerta y nos reunimos en la casa de mi hermano": con esa naturalidad cuenta la anécdota Héctor Ayala, uno de los productores ganaderos que sufrió el avance de las aguas. La historia tiene como principal protagonista al Presidente de la Nación y una visita relámpago a la localidad de Intiyaco, una localidad del norte de la provincia a 340 kilómetros de la capital provincial.
"Teníamos una reunión prevista entre funcionarios y productores pero nunca nos imaginamos que iba a venir Macri. Armamos todo en la mañana de hoy para recibir la comitiva, y en el encuentro también iban a participar algunos funcionarios. Cuando llegó la hora, empezamos a sentir un helicóptero y ahí es cuando nos damos cuenta que el que venía era el Presidente. Se armó un revuelo bárbaro", explicó el productor.
De camisa celeste y zapatillas azules, el primer mandatario entró a la casa y lo acompañó el secretario de Agricultura y Ganadería, Luis Miguel Etchevehere. Dentro lo esperaban sólo ocho productores que, según el pedido desde Nación debían ser "chicos" y de zonas afectadas por la inundación.
La reunión iba a ser otra cosa. Se gestó hace un tiempo entre la Sociedad Rural dirigida por Paula Mitre (quien no puedo entrar a la reunión) y Presidencia y se iba a hacer en un espacio privado pero iban a poder participar todos, algo que no ocurrió.
Hubo un giro inespedado y desde Nación solicitaron que la reunión se de en una casa con los principales afectados y que no haya autoridades zonales. Nadie se imaginó que iba a venir Macri. Así fue que se dio esta reunión entre las dos partes sin intermediarios.
Consultado sobre cómo fue la reunión, Ayala explicó que "fue una reunión como cualquier otra. Se dio en una mesa común mientras compartimos los mates con pan casero". Duró media hora y el que empezó a hablar fue Macri mostrando su preocupación por las inundaciones de la zona. Despues, escuchó los pedidos y los planteos sobre la potencialidad de la zona y lo que se puede hacer en el lugar. Según cuenta el productor, una de las partes en la que más prestó atención el Presidente fue cuando "se le planteó la importancia del lugar para el engorde de ganado donde pueden comer más de un millón de animales que servirían para exportación".
Ayala es productor ganadero de Untiyaco y, según relató, tenía más de 2000 cabezas antes de las inundaciones y por las últimas cinco que se dieron en la zona su ganado bajó a la mitad.