La química no es otra cosa más que esa conexión especial y mutua que puede darse en cualquier tipo de relación. El psicólogo barcelonés Oscar Castillero Mimenza describió en la revista digital Psicología y Mente una serie de pautas o indicios para detectar la posible existencia entre dos personas.
Pasa realizar este análisis, el especialista se basó en dos trabajos previos “La teoría de las estrategias sexuales”, publicado en Psychological Review, y “Aspectos psicosociales de las relaciones amorosas” de la Universidad de Santiago de Compostela.
“Es clave en primer lugar observar una serie de manifestaciones conductuales y físicas/fisiológicas que muestran la existencia de una afinidad profunda entre ambas. Se producen de manera inconsciente o semiinconsciente. No son producto de una manipulación voluntaria por parte de alguno de los implicados. Para que exista ‘química’ entre dos esta debe ser bidireccional: lo contrario sería una mera atracción de uno hacia el otro”, explicó el experto.
Nueve señales de “química”
1. Dilatación de las pupilas: la atracción genera que de manera inconsciente las pupilas se dilaten de tal modo que entre toda la luz posible en el interior del ojo y podamos observar en más detalle al otro.
2. Sonrisa y risa: es el reflejo de las sensaciones de bienestar que implica la presencia de la otra persona. Asimismo, es habitual que si hay interés entre ambas el sentido del humor esté más elevado y que exista una tendencia a reírse con facilidad.
3. Mirada centrada en el otro: uno de los indicios más claros del interés existente puede observarse en la mirada de ambos y, concretamente, en el tiempo dedicado a mirar al otro.
4. Búsqueda del otro: tienden a buscarse entre sí, incluso a nivel inconsciente buscan un contacto o verse con la otra persona. Esto es más revelador si se producen encuentros frecuentes entre dos personas que viven en puntos muy diferentes.
5. Conversaciones prolongadas: es habitual que la conversación mantenida con la otra persona pueda prolongarse indefinidamente, e incluso puede existir la sensación de perder la noción del tiempo.
6. Búsqueda de intereses compartidos: entre las señales conductuales está la presencia y/o búsqueda de múltiples intereses compartidos.Hay un interés mutuo por conocer la opinión y gustos del otro, aún sin un propósito determinado.
7. Contacto físico directo: como por ejemplo tocar o rozar el brazo, la cara, la espalda o las manos de manera espontánea.
8. Imitación: cuando existe química entre dos personas estas suelen imitar, a nivel inconsciente, las conductas del otro. Copiamos o adquirimos hábitos, acciones o aspectos como modular el tono de voz para ajustarla a la del otro, gestos, maneras de hablar e incluso de desplazarse.
9. Empatía: existe mayor facilidad para comprender los pensamientos, opiniones y emociones del otro, además de resultar relativamente más sencillo ponerse en su lugar e imaginar lo que puede estar pasando por su mente.