El exceso de pantallas y la tensión muscular asociada al estrés dieron rienda suelta a los casos de molestias en el cuello, un mal que aqueja incluso a los más jóvenes y hasta a los niños. De hecho, el dolor de cervicales es una de las consultas frecuentes en guardias y en traumatólogos. Es importante identificar las causas y modificar algunos hábitos para evitar una recitificación de esta zona de la columna y prevenir hernias o lesiones que puedan profundizar el malestar.
Se trata de un cuadro clínico muy molesto y doloroso. Se produce a causa de una contractura muscular en la región cervical posterior, afectando a uno o más músculos. Todas las actividades que implican mantener la cabeza fija durante un largo período de tiempo son las que más dolor pueden causar. Algunos de las posibles causas son:
- Dormir en una posición incómoda.
- Sufrir contracturas.
- Tener exceso de estrés.
- Adoptar posiciones forzadas e incómodas (como, por ejemplo, mirar hacia arriba o hacia abajo durante mucho tiempo).
- Llevar collares o accesorios pesados.
- Sufrir anomalías o lesiones en partes blandas, discos, nervios y músculos, así como en vértebras y sus articulaciones.
¿Cómo podemos darnos cuenta de que estamos sufriendo una contractura cervical?
Los síntomas son relativamente simples de identificar: la contractura se puede presentar con adormecimiento y hormigueo en los dedos de las manos, vértigo, migrañas, dolores en la nuca, náuseas, mareos y manos frías.
Los niveles de dolor pueden variar de más leve a más agudo y, a veces, se puede llegar a experimentar una limitación de los movimientos
Consejos posturales para prevenir y estar mejor
Todos conocemos nuestro cuerpo y sabemos cuándo estamos ante una llamada de atención. Estar conectados con nuestras sensaciones y tomar algunas medidas simples para prevenir los problemas cervicales es posible. Se trata, en definitiva, de adoptar hábitos para corregir las malas posturas, algo que, técnicamente, se lo conoce como “higiene postural”. Tiene que ver con cómo dormir, cómo sentarse en la oficina, cómo levantar peso, etc.
- Hacer nuestras tareas cotidianas de la manera más saludable posible es la clave. Cuanto más pronto empieces, más rápida será la mejoría:
- Si vas a realizar tareas repetitivas -como planchar o estar sentado muchas
- horas-, cada treinta minutos cambiá de posición y hacé movimientos que ayuden a descargar cuello y hombros.
- Tanto la computadora como el televisor deberían estar a la altura de tus ojos, siempre.
- Si vas a leer o usar el teléfono, procurá que estén lo suficientemente elevados para no tener que bajar la cabeza y tensar el cuello.
- Cuando hables por teléfono, sostenelo con la mano, nunca entre el hombro y la cabeza. Usá auriculares o altavoces para conversaciones largas.
- Evitá cargar bolsos, carteras y bolsas pesadas de un solo hombro.
- Para dormir correctamente, usá un colchón firme. No duermas sin almohada o con una almohada demasiado alta. La columna debe estar recta.
- Dormí de costado para facilitar el descanso cervical.
- Evitá el sobrepeso y hacé ejercicio regularmente para favorecer tu salud cervical.
Ejercicios: cómo aliviar el dolor de cuello
Relajar el cuello no es tan difícil como parece. Cuando sientas dolor, tené a mano estos cuatro simple consejos para ablandar los músculos y aliviar tus cervicales.
Sentado en una colchoneta, flexioná las piernas cada una hacia un lado, con las plantas de los pies juntas. Sujetá la punta de cada pie con las manos, sin arquear la columna. Dejá caer tu cabeza hacia el frente, como para juntar el pecho con la barbilla. Luego, llevá la cabeza suavemente hacia atrás. Vas a sentir una leve tensión cuando la cabeza se mueva hacia abajo. No tiene que doler. Repetí 10 veces en ambos sentidos.
En el suelo, estirate con las piernas flexionadas y los pies apoyados con firmeza. Los brazos, levemente separados del cuerpo. Colocá un almohadón debajo de la espalda para apoyar la columna. Mirando hacia el techo, colocá la cabeza hacia atrás sin forzarla demasiado para relajar la región cervical y descargar la tensión.
Con todos los dedos de las manos -menos los pulgares- a los lados del cuello, presioná con suavidad, haciendo movimientos circulares hacia abajo, hasta alcanzar la base de la columna cervical. Repeti la sesión, esta vez pellizcando suavemente con el pulgar y el índice. Con los mismos cuatro dedos colocados al costado del cuerpo, da giros amplios sin presionar demasiado. Para terminar, frotá la vértebra ubicada en la base del cuello. Repetí al comenzar el día y al terminarlo, para sentir una mejoría.
Sentate en una silla, con la espalda recta, la cabeza al frente, las piernas en ángulo recto y los pies bien apoyados en el suelo. Ubicá la mano derecha en la cabeza y llevá la oreja derecha hacia el hombro, haciendo resistencia con la mano. Mantener durante 5 segundos y cambiar de lado. Se puede hacer frente a un espejo para controlar el movimiento.
Qué significa la cervical rectificada
La rectificación cervical se produce cuando se pierde la curvatura natural de la columna. Esto genera problemas mecánicos de distinto nivel de severidad. En general, es consecuencia de la sobrecarga muscular y de las articulaciones y suele estar vinculada a los malos hábitos y las malas posturas -por ejemplo, por el uso cotidiano de dispositivos móviles-, además de estrés emocional o físico.
Esta patología no sólo produce dolores sino que tiene otra cantidad de síntomas
asociados:
- Movilidad limitada
- Dolores de cabeza.
- Vértigo.
- Mareos.
- Zumbidos.
- Taponamiento de oídos.
- Náuseas.
- Vómitos.
Cómo prevenir la rectificación cervical
La mejor forma es, otra vez, ser conscientes de aquellos movimientos o costumbres que son malos para nuestra salud y revertirlos en nuestra vida cotidiana. R.P.G (reeducación postural global) es una metodología eficaz para mejorar esta patología: ayuda a descomprimir la columna, devolviéndole su curvatura fisiológica y flexibilizando la musculatura del cuello.
Ahora ya sabés: cada vez que vaya a hacer una actividad -laboral o placentera-, acordate de prestarle unos segundos de tu atención al cuello. Cuidando la postura y protegiéndolo de tensiones innecesarias, rápidamente te vas a sentir mucho mejor.