La sociedad santafesina sigue consternada por el accidente que dejó como saldo un menor de 11 años fallecido. Nuevos datos de testigos confirman la velocidad extrema con la que se desplazaba el automóvil Toyota Ettios que terminó impactando contra el Chevrolet Corsa donde se trasladaba el menor en el asiento trasero junto a su padre y su madre.
El accidente fue a las 20.30 de la noche en el corazón del barrio María Selva. Esta parte de la urbe mantiene las costumbres barriales y muchos son los testigos debido a la presencia de escuelas y clubes.
Fabián es trabajador del club Unión y Progreso ubicado a sólo una cuadra del lugar donde fue el accidente. Fue testigo del caso y dijo: "hace 14 años que trabajo en el club y vengo pidiendo semáforos y lomos de burro debido a la velocidad que traen los vehículos. Muchas veces no pueden parar. Acá hay cientos de chicos que vienen al club y juegan en la puerta. Siempre estamos al borde de la tragedia".
Con respecto al accidente el testigo dijo que "el ruido fue como una explosión". Y agregó: "No podíamos entender lo que estaba ocurriendo. Llegamos y vimos los autos destrozados y en nene en la parte trasera".
Con respecto al conductor el testigo dijo que "bajó sacado" y "quería pelear con todos los que estaban en el lugar", mientras pedía que lo dejen ir a su casa.
"En ese momento entre los que estábamos acá nos dividimos el trabajo. Algunos atendíamos a las personas que estaban adentro del auto mientras que otros trataban de agarrar al conductor del Toyota Ettios. Se escapaba. No lo podían parar. Antes de llegar a Aristóbulo del Valle, logran pararlo nuevamente, pero también logra evadirse y se mete dentro de un negocio que es de su familia, explicó consternado el testigo".
De esta manera, siguiendo el relato de los vecinos, el conductor luego de protagonizar el accidente donde murió un niño de 11 años se retiró a su casa sin ayudar a las personas heridas y sin dar los datos personales en el accidente.