La llamada “Masacre de Las Heras e Ituzaingó” fue uno de los emblemáticos casos de crímenes cometidos durante la última dictadura en la ciudad de Santa Fe. Este martes comenzaba en el Tribunal Oral Federal (TOF) de San Jerónimo y Primera Junta el juicio por aquel tiroteo que lleva al banquillo a 14 represores y escuchará 80 testigos.
Los jueces del TOF Luciano Lauría, Mario Gambacorta y Omar Paulucci darán inicio al proceso que repasará los detalles de una docena de crímenes y desapariciones de militantes de agrupaciones políticas entre 1976 y 1977.
Entre los más sobresalientes se encuentra la llamada Masacre de Las Heras e Ituzaingó. Se trató de un operativo conjunto de la policía santafesina y las fuerzas militares en el que la cúpula de la organización Montoneros de la provincia resultó asesinada, según recordó Página/12.
Testigo clave
El dirigente justicialista Jorge Giorgetti fue un testigo clave de la masacre ocurrida el 19 de enero de 1976. Es que vivía junto con su familia en el edificio atacado a tiros.
En una entrevista al programa El Cuarto Poder, Giorgetti relató el horror vivido durante más de tres horas en aquel edificio.
Era una siesta de verano en barrio Candioti, pero no fue una siesta más: “Ese día el barrio estaba muy silencioso. Estaba raro el barrio”, comenzó diciendo.
Los diarios de la época daban cuenta de la masacre (Foto: Infojus)
El infierno
“Aún soy propietario del departamento que está en el ala que da sobre calle Las Heras. Ahí estuve durante tres horas y media, desde que escuché las primeras balas hasta que alguien me llamó por el portero para permitirme bajar de ese lugar que fue un infierno. Lo que vi cuando bajé ahí fue algo increíble, imposible de describir”, contó.
Allí, el Ejército ejecutó al líder de Montoneros en Santa Fe, Osvaldo Pascual Ziccardi, y a otros tres dirigentes: el secretario logístico Carlos Mario Frigerio, el secretario político Jorge Piotti y la esposa de éste, Ileana Gómez.
Giorgetti recordó que Piotti y su pareja estaban a punto de ser padres. “Estaban por tener un bebé que tiene la edad de mi hijo”, manifestó. Es por esa razón que le dejó durante dos noches seguidas las llaves de su auto para que puedan ir al hospital si la mujer llegaba a dar a luz.
La quinta víctima era una maestra que vivía en el departamento de al lado, Elina Carlen. La mujer -recordó Giorgetti- “iba a visitar a una hija que estudiaba en la Universidad” y pereció en la balacera. “Cuando yo bajo, la puerta estaba abierta y veo a la señora que estaba muerta. Tenía un disparo en el cuello y estaba sentada en un sillón. El edificio quedó también con muchos impactos”, describió.
Años atrás un juicio oral evaluó responsabilidades de cuatro de sus autores sin haberlos condenado: fallecieron antes o durante el debate. En esta ocasión, por estos hechos y otros, serán juzgados los miembros del Ejército Ramón Recio, Jorge Balla y Luis Gómez; los policías Rodolfo Reible, Abel Romero, Carlos Albornoz, Mariol Aquino, Ricardo Brunel, Rolando Martínez, Rubén Vázquez, Luis Alberto Bellini, Juan Perizzotti y Raúl Giménez, y el agente del Departamento de Informaciones Oscar Valdéz.
Se estima que declararán unos 80 testigos; fuentes judiciales calculan que el debate se extenderá hasta agosto próximo.