La investigación por el crimen de María Carla Morel en San José del Rincón, derivó ayer en un allanamiento en una vivienda de barrio Los Espinillos, donde se detuvo a un joven de 17 años.
Durante la requisa al domicilio del detenido se secuestró ropa con manchas de sangre y un teléfono celular cuya funda tendría el nombre de la víctima.
Por este hecho fue informada la Justicia de menores, que ordenó que todo lo secuestrado durante el allanamiento sea custodiado y trasladado hasta el área científica de la Policía de investigaciones para someterlo a los correspondientes peritajes.
Del resultado de esta investigación se establecerá la situación procesal del adolescente que por el momento está privado de su libertad, hasta tanto se defina si efectivamente el celular encontrado pertenece a Carla Morel y si la sangre hallada en la ropa se corresponde con el grupo y factor de la víctima.
El hecho
La mañana del pasado lunes amaneció más gris que nunca en la vecina localidad de Rincón. Pero el frío y la llovizna no fueron impedimento para Carla Morel y, como todos los días, preparó a sus hijos (dos de los cinco que tiene) luego del desayuno para llevarlos a la escuela. Los vistió y los peinó un poco pese a la humedad insoportable. Cuando estaba todo listo agarró las llaves, abrió la puerta de su casa y se enfrentó a una pequeña garúa que invadía las calles de tierra de barrio Acería. La mujer tomó de la mano a los chicos y se perdió entre la bruma camino a la escuela donde estudian sus hijos. Ese fue el último momento que la vieron con vida.
El viaje hasta la escuela demoró más de lo habitual. Pasaban las horas y Carla no volvió a su casa. La tardanza hizo que su pareja con quien salía hace seis meses y otros familiares, comenzaron a llamarla por teléfono y también mandaron mensajes de whatsapp pero los resultados fueron negativos. Nunca contestó. Por esta razón decidieron dar aviso a la policía para comenzar con la búsqueda de la mujer.
Horas después, pasadas las 17, el cuerpo fue encontrado en el kilómetro 5,5 de la ruta sobre el terraplén en un descampado. Era el de Carla Morel. Tenía su ropa rota y signos de violencia en su cuerpo.
Si bien no hay datos oficiales sobre el caso, testigos del hallazgo y personal policial que trabajó en el lugar afirmaron que se encontraron un par de cordones que podrían haber sido utilizados para ahorcar a la víctima y, por otro lado, un ladrillo que coincide con algunos golpes que presentaba el cuerpo de la mujer.