En Colón la prioridad pasaba desde el primer momento de encontrar un nuevo arquero. Esto se debía al pedido de Leonardo Burián de alejarse por temas personales. La meta era regresar a su país o trasladarse a Buenos Aires para que la distancia con su familia sea más accesible, sin embargo, por ahora no pudo lograrlo.
El uruguayo tiene dos años más de contrato y, como la dirigencia y el cuerpo técnico querían que se quede, la rescisión se tornó una gran problema. Siempre hubo buena predisposición, pero el club tenía las intenciones de defender lo suyo y por eso no hay una resolución al respecto.
Tanto es así como se hicieron gestiones por Alexis Arias de Gimnasia y Esgrima La Plata. Fueron tres ofertas concretas y, pese a la suculenta suma que se le hizo al club y al jugador, todas fueron desechadas a punto tal de estar todo frío por ahora. Aunque algo nuevo comenzó a circular en la concentración. Burián volvió a entrenarse con el resto de sus compañeros. Si bien es cierto que trabajó en el predio toda la semana pasada, recién ahora se acopló al plantel que volvió de Salta.
El golero charrúa sabe que Lavallén lo quiere y por eso trata de cumplir a la espera de un final feliz. ¿Acaso crecen las chances de continuidad? Claramente podría ser, algo que por otra parte hace dudar a los dirigentes, ya que en ese caso quizás no se insista por un arquero de jerarquía. Aunque puertas adentro quizás se entiende que Burián se alejará.
En un mercado de pases que no es para nada sencillo para los clubes, hoy todos quiere cuidar sus intereses y, ante eso, pueden darse cambios constantes y drásticos. ¿Se modifica el escenario para Leonardo Burián?