Imagínense no poder moverse en su casa. Tampoco trasladarse sin tener la necesidad de sentarse o recostarse después de un rato. Imaginen tener que llamar a un restaurante para ver que sillas tienen y si están adaptadas para poder sentarse o peor aún, pongan un instante en su cabeza la idea de que se ría la gente o se molesta al subir a un colectivo y no poder sentarse.
Estos padecimientos son contantes para una persona que sufre obesidad mórbida. Es un tipo de obesidad asociada con un mayor riesgo para la salud que otros tipos de sobrepeso, pues corresponde con un exceso que superan los 45,5 kilos o un 100% por encima del peso que deberíamos tener.
Así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el exceso de peso en general, aunque en especial la obesidad mórbida como un problema grave de salud y la define como una acumulación anormal o excesiva de grasa.
Este tipo de obesidad no es sólo una cuestión estética, es algo muy serio, pues el exceso de peso favorece la aparición de muchas enfermedades cardiovasculares, respiratorias, musculares etc.
Beatriz tiene 46 años, padece obesidad mórbida y si bien dijo su edad decidió no hacer público su peso. Tras la muerte de una mujer con esta enfermedad en el hospital Cullen y la de Maxi, el participante de Cuestión de Peso la pasada semana, la mujer habló con LT10 y contó su historia de vida y lo que significa tener esta enfermedad y lo difícil que es tratarla.
En diálogo con LT10 destacó que la vida con esta enfermedad es “muy fea y dura”.
“Tengo obesidad super mórbida. En mi caso gracias a Dios camino y puedo hacer una o dos cuadras. Después ya me duele la columna o se me duermen las piernas. Desde hace dos años dependo de otra persona para hacer cualquier otro tipo de movimientos. Trato constantemente de moverme porque sé que quedarme en la cama es rendirme ante la enfermedad y si quedás quieto es todo mucho más difícil”, dijo Beatriz.
La mujer desde hace años comenzó con los problemas de obesidad. Hace dos que ya es mórbida y el problema se agravó.
Una de las causas que cuenta la paciente es que hace 11 años, debido a su problema de obesidad cayó en ataques de pánico que agudizó el caso y decidió no salir más a la calle. Desde ese momento aumentó 60 kilos. Pero buscó ayuda psiquiátrica y, de a poco, fue mejorando. Hoy en día se traslada (siempre acompañada) con ayuda al médico y a otros lugares.
Beatriz dio algunos ejemplos claros del padecimiento en el que están inmersas las personas que sufren esta enfermedad.
“El mayor problema es transportarse. Tengo que optar por el uso de remís ya que en el colectivo es imposible. Si bien te pueden dar dos asientos no podés pasar por los pasillos porque están abarrotados de gente. Además, a este conflicto tenés que sumarle que se te rien todos o te hacen mala cara.
Tampoco las personas con este tipo de enfermedad pueden disfrutar libremente de salidas sociales sin algunas consultas previas. Algo tan común como salir a comer a un restaurante se puede volver una tortura para una persona con obesidad ya que tendrá que chequear algunas cuestiones antes de hacer una reserva. Con respecto a este tema la paciente dijo que “tiene que llamar por teléfono con anterioridad para ver qué tipo de sillas tienen y si son aptas para que pueda sentarme”.
En cuestiones de prevención de salud tampoco está todo bien. Sería lógico pensar que para haya un avance en este tipo de enfermedades tendrían que estar dadas las condiciones para que las personas con este padecimiento puedan realizarse los chequeos pertinentes. Esto no es así. “Si tengo que hacerme una resonancia no hay ningún lugar en la ciudad para poder hacerlo”, afirma Beatriz. Y siguió: “Llegué a preguntar hasta en zoológicos, en la facultad de Esperanza y en e hipódromo para poder hacerme estudios pero son puntos que denigran a la persona y influyen directamente en cabeza. Es muy duro, es horrible”.
“Solo no se puede. Hay momentos que te estancás y no podes seguir solo. Necesitas la ayuda de familiares, amigos y profesionales. Es una batalla de todos los días y si bien todos te dicen que se puede es una lucha constante. A veces bajas y a veces no. Los organismos no reaccionan a los métodos tradicionales. En mi caso necesito una cirugía que me la haré pronto para seguir avanzando”.
Datos en Argentina
Según la Organización Mundial de la Salud, la tasa de obesidad en la Argentina es la más alta de América Latina ya que comprende al 27 por ciento de la población, la que en un 60 por ciento presenta índices de sobrepeso.
De esta forma, la Argentina se encuentra en la actualidad junto a Canadá y Estados Unidos entre los países con mayor tasa de sobrepeso en la región.
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