El síndrome de boca seca o Xerostomia, se puede experimentar cuando la persona está muy nerviosa. Por ejemplo, en una charla ante un auditorio donde se vuelve muy necesario tener una botella de agua al costado.
El hecho de que ocurra algo así pasa principalmente por nuestro cerebro, o mejor dicho, las áreas del mismo (frontales e hipocampo) que se activan en momentos de estrés o ansiedad.
En estas situaciones, se afectan las glándula salivales y por lo tanto, no se puede producir saliva, que es la que mantiene la boca hidratada y que ayuda a tragar los alimentos cuando uno come.
Si estamos estrasados o nerviosos, nuestro cerebro se pone alerta rápidamente aunque no sepamos si estamos ante una verdadera situación de peligro.
Hay que prestar atención a nuestro organismo para liberarnos de esa angustia ya que se contraen los vasos sanguíneos que riegan las glándulas salivales y no echan el líquido hacia nuestra boca.
- Cuando nos demos cuenta de la boca seca, esto significa que nuestro grado de nerviosismo también está aumentando, y ahí la cosa puede empeorar.
- Cuando te des cuenta que tenés la boca seca, significa que tu nerviosismo está aumentando.
Una recomendación al momento de hacer una exposición oral, es tener localizado el vaso o botella de agua a una distancia cercana así podés tomar cuando lo necesites.
Incluso algunos oradores expertos aconsejan llevar algunos granos de sal en un bolsillo para tragarlos en el momento que te des cuenta que tenés la boca seca. Esto sirve porque el cloruro sódico ayuda a que se activen las glándulas salivales.