En la mañana de este viernes el Instituto Privado de Cardiología "Sagrada Familia" cerró sus puertas y dejó a 50 trabajadores en la calle, sin aviso previo.
Desde el Ministerio de Trabajo se convocó a una reunión que se desarrolló en horas de la siesta con titulares del sanatorio y representantes de ATSA. Sin embargo, la reunión no tuvo avances.
Unos 30 trabajadores despedidos permanecerán dentro del sanatorio hasta el lunes, cuando habrá una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo y esperan tener respuestas.
Situación tensa
Este viernes por la tarde, según informó el móvil de LT10 el dueño del sanatorio, el doctor Esteban Di Giovanni no compareció en la reunión y solo advirtió que si no desalojan el lugar no van a negociar.
Luego de la tajante respuesta, los delegados se dirigieron al Sanatorio para comunicar la situación a sus compañeros, pero la policía impidió la salida y el ingreso del lugar, a menos que uno de ellos ingresara, comunicara la situación y desalojaran el nosocomio. Opción a la que se negaron rotundamente. Aseguraron que se van a quedar "hasta las últimas instancias".
"La policía toma partido por la patronal, no tenemos regularizada la situación laboral, no sabemos qué está pasando con nuestro trabajo", expresó una trabajadora al móvil de LT10.
En total, son 50 los trabajadores despedidos que aseguran que no les llegó ningún telegrama de despido, ni una manifestación por escrito por parte de la empresa, por tanto, “estamos en asamblea permanente esperando la respuesta por escrito y tratando de dilucidar la incertidumbre”, señaló María López de ATSA.