Todos los 28 de febrero, en Argentina, se celebra el Día del bailarín, en honor al nacimiento de Jorge Donn. Este artista nació en 1947 en El Palomar; estudió danza clásica con María Fux en la Escuela del Teatro Colón y con tan sólo 15 años debutó en la compañía de Maurice Béjart en Bruselas.
A partir de 1976 fue el director artístico del Ballet del Siglo XX, y para 1988, el bailarín ya había creado su propia compañía, L’Europa Ballet, que perduró un corto período de tiempo. En 1989, la fundación Konex le entregó un reconocimiento por su exitosa trayectoria, caratulándolo como uno de los 5 mejores bailarines de la historia en la Argentina hasta la fecha.
Considerado uno de los más icónicos de la danza del siglo XX, fue intérprete e inspiración del arte coreográfico de Maurice Bèjart y partenaire de bailarinas rusas como Maya Plisetskaya y Natalia Makarovna. Numerosas obras de Béjart han sido creadas para él, entre ellas se encuentran: Bhakti, Nijinski, clown de Dios, Golestan: el jardín de las rosas, Lo que el amor me dice, Nuestro Fausto, Leda, Adagietto, entre otras.
Donn fue visto por última vez en 1986, en el Palacio de Deportes de la Comunidad en Madrid, en el cual hizo el Bolero y un fragmento de Diva dentro de un Festival de otoño. Su última aparición pública fue en el mes de junio de ese año dentro del modesto, festival de Sens, cerca de París. Desde los años ochenta, Jorge Donn intentó varias aventuras en solitario y poco a poco se alejó de su compañía madre. Fundó el ballet de Verdún, que duró poco, y luego hizo breves giras al frente de una pequeña compañía donde alternaba fragmentos de su repertorio histórico a escala de cámara con sus propios intentos creativos.
El bailarín falleció el 30 de noviembre de 1992, en Lausanne (Suiza) a causa de complicaciones por sida, a los 45 años de edad