Semanas atrás, Diez en Deportes reveló la información que el Ministerio de Seguridad de Santa Fe dispuso en una suba en los aranceles de los policías para los partidos. De esta manera, cada adicional cobrará 1.506 pesos, cuando hasta antes del 1 de febrero era 505 pesos. Esto generó el malestar en los clubes de toda la provincia, que en muchos sacos deben hacer malabares para poder afrontar los costos.
Pero llamativamente los que se mostraron más enérgicos en el reclamo fueron Colón y Unión, que insisten con la necesidad de analizar esta situación. Incluso el presidente sabalero, José Vignatti, dijo en algunos medios que "la provincia quiere que los clubes paguemos lo que a ellos le corresponde y no es así".
Lógicamente que esto abrió un fuego cruzado que, por el momento, no presenta un escenario favorable. Más que nada, porque la determinación está tomada y, dependiendo la competencia –donde los organizadores afrontan los gastos–, se aplica el ajuste.
Aunque la palabra que faltaba era la del ministro de Seguridad, Marcelo Saín, que cruzó a los titulares de las instituciones más populares de la ciudad. "Es impúdico el reclamo de los presidentes de los clubes sobre el pago de los adicionales. Instituciones que compran jugadores multimillonarios y que estén discutiendo sumas del personal que tiene un sueldo promedio de 60.000 pesos. Es vergonzoso", apuntó en diálogo con Telecable Rincón.
"Eso habla de una dirigencia del fútbol, que no está a la altura de las circunstancias. Me parece impúdica la posición de los presidentes de los dos clubes más grandes de Santa Fe", concluyó. ¿Cómo terminará esta historia?