El rápido desarrollo del coronavirus alrededor del mundo hace que estemos viviendo situaciones que hasta hace poco parecían impensadas. Casi como si fuéramos protagonistas de una película de ciencia ficción, se nos aconseja una y otra vez mantener la distancia entre personas, aislamiento voluntario y hasta el período de cuarentena para tratar de aplacar la propagación de la enfermedad.
Estos recaudos nos enfrentan a situaciones a las que nos habíamos desacostumbrado en la era de las redes sociales: la relación cara a cara con el otro y todo lo que esto implica y que evitábamos gracias a la pantalla del celular.
En diálogo con El Cuarto Poder, la licenciada en Psicología y directora del Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad, Gabriela Martínez Castro, explicó que no se trata de un momento sencillo de sobrellevar ya que "estamos volviendo a lo que era natural": las relaciones humanas, la mirada del otro, el diálogo, pero también las disputas con los que tenemos cerca.
"Va a haber más oportunidades de conflictos personales y vamos a tener que sacar esos recursos olvidados para poder resolverlos. No va a quedar más opción que afrontarlos, en un momento en que estamos acostumbrados a evitarlos", indicó.
Además, la especialista explicó que la exceso de información que circula acerca de la pandemia está provocando un aumento importante de casos de "trastorno por ansiedad generalizada", cuya característica principal es la preocupación excesiva. Esto puede generar, desde irritabilidad, impaciencia, disminución de la concentración, taquicardia y hasta temblores, entre otros síntomas.
Para esta necesidad de movernos y descargar la ansiedad contenida, la especialista aconsejó algo muy simple: la actividad física y cuidar la alimentación. "Comer pequeñas cantidades de hidratos hace que nos baje la ansiedad" explicó, así como también ayuda a esto el hecho de movernos. Sin necesidad de hacerlo en un gran espacio, y con la ayuda de algunos tutoriales online, la actividad física hace que el cuerpo segregue las endorfinas encargadas de producir placer, generar alegría y predisponernos de mejor forma para afrontar la vida diaria, sobre todo en la época actual.