A lo largo de su carrera como profesional Andrés Franzoia jugó en varios clubes después de su debut en Boca Juniors, casi todos de primera división. La única vez que salió del país fue a Ecuador y fichó en el Barcelona de Guayaquil donde, tal contó a La Opinión Deportes en el marco del ciclo de charlas en vivo por Instagram, sufrió un destrato, la pasó mal y la relación terminó en un tribunal de la FIFA que le dio la razón al sampedrino.
Sin embargo, tras ese traspié que le complicó su trayectoria, volvió a su país y se reinventó. Tras estar sin equipo una temporada y previo a sumarse a Paraná para el Federal C 2018, lo contrató Defensores Unidos de Zárate quien gracias a su aporte fue campeón del certamen 2017/18 de la Primera C y ascendió a la B Metropolitana. A fuerza de goles y buenas actuaciones, el sampedrino se convirtió en ídolo del Celeste y el Círculo de Periodistas Deportivos de Zárate lo eligió el mejor deportista de la ciudad en 2018.
- ¿En qué clubes la pasaste bien y en cuáles sufriste?
-Hubo muchos clubes donde la pasé bien más allá del resultado final. En Boca fue una etapa inolvidable por lo que significa Boca, por lo que me tocó vivir, lo que significa jugar en La Bombonera, lo que fue festejar un título (N. de R.: ganó el Apertura 2005, Clausura 2006 y Recopa Sudamericana 2006) que en el momento no me daba cuenta y después pensaba que locura lo que acaba de pasar. Después he estado en otros donde la pasé bien porque me fue bien a mí en momentos complicados y me ayudó a sobrellevar la situación. En Unión de Santa Fe y Olimpo de Bahía Blanca me fue muy bien a mí, pero terminamos descendiendo. He tenido años en los que nos fue bien como en Huracán. Uno de los peores fue el de Ecuador.
-Fue la única vez que saliste de Argentina…
-Si. La pasé mal porque llegué con una ilusión muy grande, a un club muy grande, de los más grandes como es Barcelona junto con Emelec. Llegué con la ilusión muy grande hacer la cosas bien pero me encontré con que a la tercera fecha el entrenador se fue, vino otro y no jugaba. A los seis meses ya no me querían pagar, querían que me vaya y me apuraban y fue algo horrible. Me dejaron tirado y es un club grande de Ecuador. Entrenaba con el plantel por contrato pero ni siquiera me hacían hacer fútbol y le pagaban a todos y a mí no. Yo allá estaba con mis hijos y mi exmujer, era llevadero porque estaba acompañado pero era difícil sobrellevarlo. Me quedaba un año más de contrato y no me pagaban, loa hablé con mi representante de ese momento y decidimos ir por el tema legal porque les pagaban a todos a mí no. Era injusto eso porque yo a nadie obligué a que me contrate y había tenido varias opciones de otros equipos pero me la jugué de ir ahí. Se portaron bastante mal pero después el tema legal puso las cosas en su lugar.
- ¿Conoces de casos similares con jugadores en ese club u otros?
-Sí, ha habido casos en ese club y en otros. Después en otros clubes le pasó a otros compañeros, a mí también me pasó en Sarmiento de Junín que también no la pasé bien, mi hicieron algo parecido. Creo que a un jugador le podés reprochar por cómo juega, es un ser humano y se puede equivocar. Lo critican a (Lionel) Messi no me van a criticar a mí que soy nada al lado de los mejores. Que actúen en cuanto a tu forma de jugar y te quieran echar está todo bien, pero hay un contrato firmado que cumplir. Si vos me querés echar págame el contrato que yo firmé con vos. Hay muchos clubes que se manejan de una forma que no hay que manejarse y termina así. En Barcelona la pasé mal porque uno al ser de otro país me sentía muy solo, desprotegido y tenía más ganas de irme que de quedarme. Pero tema pasado y prefiero quedarme con lo lindo.
- ¿La situación legal que se resolvió a tu favor sirvió como para sanar un poco ese mal momento?
-Gracias a Dios me terminaron dando la razón a mí, yo sabía que estaba bien porque iba a entrenar y después si me ponían o no era una decisión del técnico y los dirigentes. Yo iba a entrenar y cumplía con mi trabajo, ellos no cumplían porque no me pagaban. A la larga, la Justicia a través de FIFA me terminó dando la razón. Eso me trajo consecuencias porque después de ahí estuve un año parado yo. Me perjudicó un poco porque venía en forma muy ascendente después de Unión y después me planché un año y tuve que volver a retomar en Argentinos Juniors.
-Y con lo difícil que es reinsertarse hoy en día en el fútbol después de un parate…
-Hoy en día en el fútbol perdés un año y te vas para afuera. Salvo que seas un jugador muy importante de un equipo grande, que por una lesión o algo te quedaste afuera, eso e hacer perder ritmo, dudan de porqué estuviste parado, son muchas cosas.
-Antes de fichar en algún club, ¿se mira cómo está en lo deportivo y económico?
-En mi caso siempre he mirado un poco más que nada futbolístico y no en lo económico porque he confiado mucho en mi representante que confiaba donde iba él iba a hacer las cosas bien para que me cumplan. Miraba bastante cómo le iba al club y de qué manera jugaba. En Barcelona sabíamos que había antecedentes de esto por eso cuando firmamos el contrato fuimos sabiendo lo que había pasado y pusimos unas cláusulas por las dudas. A los extranjeros les había pasado a varios lo mismo que a mí.
-Dejaste un gran recuerdo en Defensores Unidos de Zárate…
-Fue un año y medio muy lindo donde después de mucho tiempo que había estado parado, casi un año, decidí ir por esa experiencia de bajar de categoría e ir a jugar a la C después de haber jugado casi toda mi carrera en primera. Sabía que era un desafío, lo quería asumir, necesitaba volver a jugar, estar en un vestuario y sentirme jugador de fútbol. Salió bien, me acomodé rápido, desde un principio me trataron brillante desde que llegué a Zárate y de a poco me pude meter rápido en el objetivo que era ascender. Después de seis meses logramos ascender a la B Metropolitana después de 20 años y fue algo maravilloso. Más allá de que me tocó estar en clubes de primera fue una de las alegrías más lindas que tuve.
- ¿Te costó tomar la decisión de bajar a la C?
-Sí, me costó en el sentido de tomar la decisión. Era difícil decir me voy a jugar a la C, sin desmerecer a los jugadores que están en esa categoría porque hay jugadores por todos lados y en todo el mundo. Uno estaba acostumbrado a jugar en primera división, ni siquiera había estado en el Nacional B, y bajar a la C era un desafío importante. Lo tomé como tal, me acomodé rápido al club, mis compañeros me hicieron sentir importante y sentí que había un objetivo grupal detrás de eso que iba a ser muy lindo si se conseguía. A medida que pasaron los partidos y nos compenetramos todos de que queríamos ascender, una ciudad detrás de un club y nos compenetramos tanto que lo terminamos logrando. Fue una alegría muy grande más allá de la categoría porque me propuse eso con mis compañeros y lo logramos. Ver feliz a una ciudad entera fue maravilloso.
-En lo futbolístico, ¿En qué sentiste el cambio de nivel?
-Fue diferente en el sentido de que se juega a otro ritmo, hay muchos más roces y los partidos al no ser televisados se permite mucho más la fricción y hay muchas más patadas. Uno se tiene que acomodar a eso. En el primer partido, que entré en los últimos diez minutos porque me había recuperado de un desgarro apenas llegué, un compañero me pidió que le haga una cortina en un tiro de esquina y fui a hacerla de forma limpia como en otra categoría sin chocar y sin agresividad, fui a hacerlo con las manos y me pegaron una piña. Me quedé mirando y ahí me dijeron ‘bienvenido a la C’. Mi compañero me miró y me dijo ‘estamos jugando en la C, no seas tan light’. A partir de eso me fui acomodando a otro juego.
- ¿Y cómo te acomodaste?
-Jamás he sido de ir con agresividad o mala leche, he tenido algunas calenturas que son dos minutos que te sacas. Creo que las pocas expulsiones que tengo en mi carrera fueron por enojos. En los equipos de primera y en las inferiores en Boca nos enseñaron bastante a usar el cuerpo y eso me ayudó en la C como acomodar el cuerpo para chocar a los rivales. Eso fue importante y lo usé para ser más agresivo en la C.
- ¿Te sorprendió que te elijan el mejor deportista del 2018 en Zárate?
-Sí, muchísimo. Porque uno había llegado al club hacía poco, es de otra ciudad y hay muchos chicos de Zárate que son muy destacados en su disciplina. Estaba también Javier (Velázquez) que era mi compañero que había hecho muchos goles, es ídolo y se lo merecía igual que yo. Hay otros deportistas también conocidos que les va muy bien y que me hayan elegido fue algo muy lindo.