Por una regla que impuso la Superliga, Colón debió salir a buscar un mánager. Desde siempre, el presidente José Vignatti fue reacio a contratar a una persona para este rol, ya que no lo creía necesario. Sin embargo, debió amoldarse a los requerimientos establecidos y fue así como le acercó una propuesta a Francisco Ferraro.
Algo que sorprendió a muchos, ya que todo indicaba que sería Esteban Fuertes, que ya lo había reconocido abiertamente meses antes. Si bien no había un contrato firmado, estaba todo arreglado. Pero la cosa no era tan así y el titular sabalero apostó por el regreso de una persona con experiencia y que dejó un grato recuerdo en el club.
Después de solucionar algunos temas en Uruguay, Pancho aceptó y comenzó a trabajar junto a hijo Ariel, que se transformó en el colaborador de Pablo Bonaveri en la reserva. Fue un acuerdo por un año y se transformó en un defensor de Pablo Lavallén cuando los resultados no se daban.
Por esas cosas del destino la final de la Copa Sudamericana echó por tierra con eso abriendo las expectativas, pero una vez eso, los escasos resultados comenzaron a hacer mella y pasar factura. Pese a que bancó al DT, la dirigencia optó por cambiar la conducción y le dio lugar a Diego Osella. En este 2020 tampoco se pudo enderezar el barco y Pancho nuevamente insistió en no modificar y tener confianza. Fiel a sus convicciones de entrenador, más allá de no ejercer hace años.
Esto no fue para nada positivo, ya que Colón fue cayendo en un pozo que lo dejó en descenso. La malaria se le puso fin con la llegada de Eduardo Domínguez justo antes del parate del fútbol por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, la dirigencia no estaba a gusto con los dividendos de la gestión que encaraba Pancho Ferraro y por eso optó para quitarlo del cargo de secretario deportivo y ofrecerle el de coordinar de las inferiores.
Después de analizarlo quiso quedarse a hacer algo que, en tiempos anteriores, mostró buenas cosas. Pero la realidad es que, así y todo, su ciclo en el club estaría terminándose, ya que la idea sería no renovarle contrato después del 30 de junio. No es algo que llame la atención, sino todo lo contrario. Era podía darse también.
La Superliga se esfumará para darle lugar a la Liga Profesional Argentina y, si no es un obligación, Colón desistiría de contrato a un mánager. Más que nada, porque no funcionó en la medida de lo esperado –pese a que en muchos clubes está claro que sí es positivo– y se buscaría trabajar solo entre dirigentes y colaboradores.
Todavía no se sabe cuándo se reanudará el fútbol, pero en Colón ya van tomando cartas en el asunto en algunos temas.