Los dueños de salones de fiesta son otros de los rubros que debieron detener la actividad luego de declararse la cuarentena obligatoria por la pandemia de coronavirus.
Se trata de alrededor de 500 emprendedores que tienen estos espacios para realizar diversos festejos que desde marzo debieron suspender.
Si bien, están reprogramando los eventos, piden reuniones con las autoridades provinciales para poder establecer pautas sanitarias que les permitan volver a trabajar finalizado el aislamiento obligatorio.
Desde el sector piden retomar la actividad pudiendo empezar con las fiestas infantiles. “Estamos rogando que tengan en cuenta que no estamos en Buenos Aires, estamos en Santa Fe”, señaló Marcelo Mansilla, integrante del rubro al móvil de LT10.
“Estamos hablando de 2000, 3000 y hasta 4000 personas por fin de semana que se pierden de trabajar” y agregó que son de 20 a 30 millones “la plata que se pierde en la ciudad” teniendo en cuenta los diversos rubros que participan en la organización y realización de estos eventos.