La pandemia sigue su avance en el país y las consecuencias económicas tras el cierre de los comercios santafesinos son devastadoras. Van casi dos meses y gran parte de los locales santafesinos tuvieron que cerrar sus puertas para cumplir con el aislamiento obligatorio y adherir al decreto presidencial que prohibía las actividades comerciales en la pandemia. Hay algunas excepciones relacionadas con comercios de cercanía ligados a la alimentación, los fármacos y las ferreterías.
Entre muchas actividades uno de los rubros más complicados es el de los gimnasios. Están cerrados desde el comienzo de la cuarentena y abrir nuevamente sus puertas es un deseo que tendrá una realización concreta lejos en el tiempo. De hecho, seguramente por las características de la actividad será uno de los últimos rubros en habilitarse.
Los gastos son muchos. En la mayoría de los casos las dimensiones de los locales son grandes y hacen que los alquileres sean caros. Por otro lado hay que sumar la cantidad de empleados y profesores que se necesitan para el correcto funcionamiento del negocio y los impuestos y servicios también son elevados ya que las infraestructuras son grandes.
En muchos casos no alcanza con quedarse quieto. Muchos gimnasios cerraron las puertas y no por opción sino por último recurso.
Este es el caso del gimnasio Nápoles. El local ubicado en Quintana al 2700 decidió cerrar las puertas.
En diálogo con LT10, Guido, uno de sus dos dueños explicó que decidieron cerrar las puertas ya que “no hay un panorama cierto de lo que va a ocurrir y lo mejor es dejar la actividad antes de llenarse de deudas”.
“No estamos en situación de poder afrontar lo que se viene. Decidimos rescindir el contrato, esperar y ver qué pasa. En estos momentos estamos vendiendo lo que era la cancha de fútbol 5 para poder salir de la mejor manera del contrato de alquiler que teníamos”, afirmó.
Como este caso son muchos los que se registran en la ciudad y ante el agobio de deudas, sueldos y gastos fijos, la opción es el cierre de los comercios. Ante la negativa de la reducción de los alquileres y el pago de los servicios en muchos casos los comerciantes deciden dar un paso al costado para no seguir sumando deudas ya que no ven como una opción segura ni efectiva contraer créditos ya que el futuro económico por estos días es incierto.