Alejandro Martín Reinick nació el 20 de mayo de 1978 y su amor por el básquet comenzó en Unión. Si bien es cierto que después se fue a Ateneo Inmaculada, volvió al Tate y antes de emigrar a Rosario Central pasó por el Equipo de la Ciudad. Ganador de varias competencias con el Canalla, un día sonó el teléfono y el interno, que vivía en Rosario donde estudiaba medicina, resolvió iniciar ese exitoso camino en la Liga Nacional.
Jugó 14 temporadas en la elite, con 591 partidos oficiales y 8875 puntos convertidos. Arrancó en Pico FC y después también pasó por Atenas, Conarpesa, Regatas Corrientes, Quimsa, Peñarol, GyE (CR) y Libertad de Sunchales.
on los pampeanos fue el mejor ofensivo y defensivo de la temporada 2001-02. Con Atenas ganó la Liga Nacional 2002-03 (2 puntos y 1,6 rebotes) y la Liga Sudamericana 2004; mientras que con Peñarol conquistó el tricampeonato: 2009-10, 2010-11, 2011-12.
Volvió a Unión y participó de las primeras tres campañas del equipo en el Torneo Nacional de Ascenso (121 partidos y 1387 puntos), para luego militar en San Martín de La Rioja, Independiente (SdE), AMAD (Goya) y Quilmes (MdP).
En su palmarés el Colo también tiene tres campeonatos argentinos con Santa Fe (La Rioja 1997, Neuquén 2004 y Santa Fe 2007).
“Pienso en seguir jugando por lo que voy hablando, por cómo me estoy sintiendo, no soy un pibe, se que a cualquier lado no voy a ir, si está todo acomodado, la idea es continuar en Quilmes”; confesó Reinick. Más adelante, apuntó que “es un club de Liga A, con una infraestructura muy grande, nos cumplieron en todo. Ellos van a tener la prioridad y va por ese lado la cuestión”.
asando junto a su familia la cuarentena en Mar del Plata, el Colo reconoció que “me sigo entrenando, haciendo lo que se puede en casa, sigo pensando como un jugador de básquet, es una forma de vida. Me gustaría retirarme adentro de una cancha y no por un virus”.
En la parte final, el santafesino más ganador en la historia de la Liga Nacional, bromeó al decir que “recuerdo muy bien aquel 20 de mayo de 1998, cuando se abrió el techo del Malvicino y quedó inaugurado ese gran estadio. Justo estaba jugando en Unión y vino acompañado con un ascenso a la vieja Liga B. Muchos creen que fue ese día porque era el cumple de Don Ángel, pero se inauguró porque era mi cumpleaños”.