Son muchos los santafesinos que siguen llegando a la provincia desde todas partes del mundo tras quedar varados en otros países por el avance del Covid-19 en Sudamérica.
Es el caso de Ignacio Cáceres que por motivos laborales había viajado al Principado de Andorra a principios de este año y le tocó atravesar la peor parte de la pandemia en el continente europeo, con todo lo que eso implica en términos de subsistencia, gastos y cuidados.
La idea de esta pareja oriunda de Tostado era viajar a la Argentina el 13 de abril, y de hecho ya tenían el pasaje comprado, pero recién pudieron regresar el martes 28 de mayo, luego de que el vuelo de Aerolíneas Argentinas fuera cancelado y reprogramado varias veces.
Tal como contó a través de LT10, ambos debieron comprar otro pasaje, esta vez en un vuelo organizado por el gobierno de Andorra, y así finalmente pudieron llegar al país.
Ahora, ambos cumplen con las dos semanas de cuarentena obligatoria en una casa en la ciudad de Santa Fe, esperando que el plazo se cumpla para poder llegar a su domicilio en Tostado.
Mientras, son monitoreados diariamente por la provincia: "Hicimos los tests y dieron negativo. No tenemos síntomas, nos tomamos la fiebre todos los días y pasamos los datos a la app CuidAR".
"Vimos en carne propia como ha habido gente conocida que andaba como si nada, sin síntomas y de repente dio positivo. Entonces, para protegernos nosotros y a todos vamos a hacer las cosas bien", contó Ignacio desde el aislamiento obligatorio.
Finalmente, dijo que "hubo mucha burocracia para volver al país", pero resaltó positivamente que "en Ezeiza no hay tantos controles como en la terminal de Santa Fe" y que, quizás por este detalle, es que hace más de 50 días que no hay casos positivos en la capital provincial.