El equipo del Instituto Max Planck descubrió recientemente un nuevo exoplaneta, el KOI-456.04, que tiene una particular diferencia con los más de 4.000 exoplanetas conocidos: con menos del doble del tamaño de la Tierra, orbita una estrella similar al Sol, y lo hace con una distancia entre el planeta y la estrella que podría permitir que la temperatura de la superficie planetaria conduzca a la vida.
The newly discovered exoplanet candidate KOI-456.04 is more than just another potentially habitable world. Not only does it resemble Earth. Unlike most others it orbits a sun-like star. Read more here: https://t.co/GZMz9yr4cP pic.twitter.com/Op4lEESJcS
— Max Planck Institute for Solar System Research (@MPSGoettingen) June 4, 2020
Esta estrella es la Kepler-160, que está a unos 3.000 años luz de nuestro sistema solar y que, a diferencia de la mayoría de las estrellas que albergan exoplanetas del tamaño de la Tierra, emite luz en el espectro visible en lugar de luz infrarroja, lo que se considera un aspecto crucial para que el exoplaneta sea habitable.
“KOI-456.01 es relativamente grande en comparación con muchos otros planetas que se consideran potencialmente habitables” dijo el investigador René Heller y agregó: “pero es la combinación de este tamaño de menos del doble del planeta Tierra y su estrella anfitriona de tipo solar lo que lo hace tan especial y familiar”.
Además, el KOI-456.01 está a la distancia correcta de su estrella anfitriona para tener temperaturas superficiales moderadas que permitan la presencia de agua superficial líquida, el ingrediente esencial para la vida en la Tierra, y la cantidad de luz recibida es aproximadamente el 93% de la luz solar recibida en la Tierra.