Se viven horas de convulsión en el norte de la provincia de Santa Fe tras el decreto presidencial que ordena la intervención y expropiación de Vicentin.
A media mañana, medios de Reconquista daban cuenta de la llegada del subinterventor designado por Alberto Fernández, Luciano Zarich, quien, acompañado por funcionarios del Ministerio de Producción nacional, se apersonó en la sede del Juzgado Civil y Comercial de la 2° Nominación, en esa cabecera departamental.
Allí, la comitiva se reunió con el juez Fabián Lorenzini para entregarle una copia del DNU certificada por la Escribanía General de la Nación.
Luego, se dirigieron a las oficinas centrales del grupo Vicentin, en avenida San Martín y calle 14 de la ciudad de Avellaneda, con el objetivo de "tomar posesión" de la firma, en medio de protestas de trabajadores y herederos de la empresa agroindustrial, que se manifiestan en la puerta del edificio contra la intervención estatal.
Posturas contrapuestas
En Reconquista, en las primeras horas de tarde, el intendente Amadeo Enrique Vallejos recibió en la Casa Municipal a los miembros de la delegación nacional que llegaron para hacerse cargo de Vicentin. En la ocasión, el mandatario local hizo templadas declaraciones. "Queremos que la empresa se vuelva a poner de pie, que siga produciendo trabajo en nuestra Reconquista y que siga siendo parte del motor productivo de nuestra ciudad, de nuestro norte, de nuestra provincia y de nuestro país”, dijo.
En cambio, su par de Avellaneda, Dionisio Scarpín, hizo pública a través de sus redes su oposición a la intervención, al ponerse al frente de la invitación para la concentración convocada para esta tarde a las 18:00.