Coninagro puso serios reparos al proceso de intervención del grupo Vicentin y su posible expropiación impulsada por el gobierno nacional, al considerar que el grupo económico santafesino seguía los carriles normales en la justicia y no peligraban los miles de puestos laborales, como pretendía argumentar la Casa Rosada.
En diálogo con el programa El Cuarto Poder, su vicepresidente, Norberto Niclis, aseguró que “la idea de expropiación tiene más un contenido ideológico que legal” y remató: “De legal no tiene nada”.
“El tema estaba en vías de solución porque había acuerdo con la gran mayoría de los acreedores. Está en una situación judicial normal, hubo propuestas de pagar la totalidad de la acreencia y al contado a todos los acreedores de hasta 30 mil dólares (1900 acreedores)”, explicó el dirigente rural.
Niclis dijo no defender a Vicentin pero aclaró que la empresa había diseñado una serie de herramientas que le permitieran mantener las distintas actividades en funcionamiento sin tocar los puestos de trabajo mientras se ventilaba el concurso preventivo por cesación de pagos en el ámbito de la justicia santafesina.
Papel higiénico
Niclis fue más allá y puso en duda la capacidad del gobierno nacional para hacerse cargo de un grupo económico de semejante envergadura como lo es Vicentin: “No saben comprar papel higiénico, qué se van a hacer cargo de semejante empresa”, se quejó.
Para el ruralista, los únicos “contentos” con la expropiación “son los bancos extranjeros porque se estarían haciendo de bonos del Estado”.