Rusia anunció este martes la aprobación de la primera vacuna contra el coronavirus, que otorga una “inmunidad duradera”, según declaró este martes el presidente Vladimir Putin durante una videoconferencia con miembros del gobierno retransmitida por la televisión.
Claudio Fantini, experto en política internacional de LT10, analizó la forma en la que presentó y transitó esta vacuna el Estado ruso, llamada Sputnik B.
En primer lugar, Fantini sostuvo que "en la presentación recurrieron al recuerdo del Sputnik. Al mundo no le importa quien llega primero, sino llegar rápido y seguro para vencer al coronavirus. Si bien Rusia es un país que tiene pergaminos científicos y prestigio su presentaicón fue polémica. A esto se le suma que no fueron publicando en las revistas científicas del mundo. Por lo tanto, al mundo científico interancional no le conta que la vacuna está probada".
Además, el expecialista manfiestó que "Putin dijo que una de sus hijas fue inoculada con esta vacuna. Esto no alcanza para el mundo científico. Hay razones para creer y para dudar. Por un lado, está el prestigio de los rusos en materia científica pero también hay razones para sospechar porque no hay publicacioens científicas".
En tanto, la periodista rusa María Khudyakova, desde Moscú, contó por el programa "De Diez", señaló que "la vacuna ya está legalizada y será fabricada en masa. En octubre vacunarán, de forma gratuita y voluntaria, a las personas de riesgo (médicos, profesores y ancianos)".
Además, María Khudyakova agregó que "aún no está claro el tiempo de inmunización".
Esta vacuna será distribuida el 1 de enero de 2021, según el registro nacional de medicamentos del ministerio de Salud, consultado por las agencias de prensa rusas. Las autoridades rusas también han dicho que la producción de la vacuna a gran escala comenzará en septiembre, y las campañas masivas de vacunación empezarían a partir de octubre. Personal sanitario, profesores y otros grupos de riesgo serán los primeros en recibirla, aunque el mandatario insistió en que la aplicación será voluntaria. Unos 20 países han iniciado el proceso de compra, por un total de más de 1.000 millones de dosis, según indicó el gobierno.