La ministra de Salud, Sonia Martorano, advirtió que la provincia de Santa Fe se encuentra en alerta evaluando la situación epidemiológica minuto a minuto, frente al considerable incremento de los contagios en toda la provincia.
Básicamente, si el número de casos pusiera en riesgo la disponibilidades de camas críticas de internación, la primera medida consistiría en pasar de la fase 4 a 3. Y, de este modo, se inhabilitarían nueve actividades.
Cabe recordar que la fase 4 comprende el Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO), y la fase 3 el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO).
Al respecto, Sonia Martorano explicó que “si la situación epidemiológica lo demanda y el número de contagios entra en tensión con la disponibilidad de camas críticas, la prioridad es la vida y la salud de la población”.
“En ese caso –precisó– debemos suspender las actividades religiosas; deportivas; las reuniones familiares y afectivas; la concurrencia a bares; restaurantes; cementerios; museos y bibliotecas; la pesca deportiva y recreativa; la navegación recreativa y actividades de guarderías náuticas; la enseñanza y aprendizaje de disciplinas artísticas; la actividad artística y artesanal a cielo abierto; las salidas breves para caminatas de esparcimiento, y la concurrencia a shoppings”.
“Haciendo un repaso, la fase 1 comenzó en marzo por decreto presidencial. Fueron tres meses fundamentales que nos permitieron preparar el sistema de salud y proveernos de todos los insumos necesarios para hacer frente a la pandemia; pensando en un escenario que está comenzando a generarse ahora, en zonas del país y de la provincia con transmisión comunitaria y por pequeños o grandes conglomerados”, dijo Martorano.
“Ese momento –continuó explicando la ministra de Salud– fue de estricto aislamiento (ASPO). Solo estaban permitidas las actividades esenciales que, básicamente, comprendían al 10 por ciento de la población ocupada en brindarlas. En esos tres meses únicamente podíamos salir para comprar alimentos, medicamentos o por asistencia médica”.
Luego, ya en la fase 2, “se habilitó un 25 por ciento de circulación de personas, algunas obras públicas o privadas a cielo abierto con cinco operarios y actividades comerciales menores, entre otras”, continuó describiendo la funcionaria.
Martorano continuó: “En la fase 3, que es la anterior a la actual, teníamos un 50 por ciento de circulación: podríamos volver en cualquier momento si los dos indicadores básicos –duplicación de casos y número de camas críticas– se pusieran en tensión”.
La ministra de Salud explicó, además, que estas medidas no se toman de modo arbitrario o caprichoso. “Cada 14 días de apertura de nuevas actividades fuimos viendo el resultado y los efectos, que se traducen en el número de contagios y ascenso de la curva”, puntualizó.