La pandemia llenó de incertidumbre al rugby internacional y ante la escasez de competencia empezaron a surgir ciertos debates sobre el ranking y sobre lo que pueda llegar a pasar con las posiciones pensando en el sorteo para el Mundial de 2023.
Ante algunas declaraciones que vinieron desde Sudáfrica donde el ex capitán de los Springboks Wynand Claassen señaló que no era conveniente que su país juegue el Rugby Championship porque eso podría afectar su clasificación a la próxima RWC, Ian Foster recogió el guante le contestó y elevó un pedido a World Rugby.
El entrenador de los All Blacks le pidió al organismo madre del rugby que suspenda el ranking y las clasificaciones para la próxima Copa del Mundo, puesto que en diciembre deberían sortearse los cabezas de serie y no habría en qué basarse por la falta de partidos. La cancelación de las ventanas de julio y noviembre sólo remitiría a lo que pase con el Rugby Championship y la Nations Cup en Europa.
“Escuché hablar a un ex capitán sudafricano de que los Springboks no deberían venir a jugar porque podrían perder su clasificación mundial. Bueno, ¿vamos a hacer el ranking mundial de este año? ¿A quién le importa?”, apuntó Foster refiriéndose a las declaraciones de Claassen.
“Lo más importante en este momento es que tengamos algo de rugby internacional en la cancha y dejamos que la gente lo disfrute. Por supuesto que queremos ganar y ser el número uno, pero odiaría dejar que pequeñas cosas como esa se interpongan en el camino".
Foster fue duro pero también pidió algo coherente. Los All Blacks no juegan desde el Mundial de 2019, lo mismo que Argentina, Australia y Sudáfrica. Distinto es en Europa donde se jugó casi todo el Seis Naciones. Es por eso que el entrenador no ve parámetros equitativos para hacer el sorteo en 2020.