No cesa el ataque con piedras a los automovilistas que circulan por la autopista Santa Fe-Rosario, y la Circunvalación Oeste.
Este miércoles, a plena luz del día un conductor que se dirigía de Santo Tomé a nuestra ciudad por este corredor recibió una "lluvia de piedras" que le rompieron el parabrisas.
Si bien esta modalidad delictiva no es ninguna novedad, esta vez se dio a 300 metros de un control policial y no en horario nocturno como era habitual.
El hecho ocurrió a las 10.30 de la mañana, y la víctima contó lo sucedido en diálogo con LT10. "Una lluvia de piedrasos me rompió el parabrisas, seguí de largo porque a pocos metros estaba el control policial destinado a los controles sanitarios por el Covid", dijo Federico.
Sobrepasó los autos que estaban esperando para pasar el operativo, bajó corriendo para intentar avisar a la policía lo sucedido. En ese momento, se encontró con una mala predisposición policial ya que un agente "me paró en seco y me pidió el documento y los papeles del auto", continuó.
"Le dije que me habían querido asaltar a 300 metros para que vayan a ver qué pasaba y me contestó que no le falte el respeto. Ahí escuchamos otros bocinazos y era otro auto que venía en las mismas condiciones a avisar lo que había pasado", relató. "Ahí el policía tomó conciencia de lo que estaba pasando", agregó Federico.
Pero no fueron los únicos vehículos atacados, una larga fila comenzó a llegar al puesto policial con el parabrisas roto, como se ve en las imágenes.
Por el horario y la cantidad de autos afectados, Federico estimó que en esta oportunidad eran pibes chicos los que estaban arrojando las piedras a modo de "gracia".