El 10 de noviembre de 1991, José Luis Marzo debutó en la Primera de Unión en un partido ante Rosario Central. Si bien es cierto que el sabor fue agridulce por la derrota 1-0, le sensación de satisfacción y algarabía por haber cumplido un sueño lo superó todo. Ese fue el primer paso para lo que terminaría siendo una carrera exitosa y volviéndose uno de los ídolos.
Fue así como Loco, que siempre está pendiente de lo que pase con el Tate, recordó aquella vez en diálogo con Diez en Deportes: "Verme entre los convocados era un logro muy importante, ni hablar cuando debuté, con una sensación tan linda. Un cosquilleo en la panza que tienen todos los jugadores. Aún lo siento cuando juego en Paraná con los veteranos. Es lo lindo del fútbol".
"Recuerdo que me tocó ir al banco. Carlos Trullet era el técnico, con Humberto Zuccarelli, y la verdad que uno al ser pibe, pese a tener 20 años, se me cruzaban miles de cosas por la cabeza. Sabía que tenía que hacer lo mejor y cuando entré solo sentía a la gente que alentaba. Ni me acordaba lo que tenía que hacer. Creo que lo hice de la mejor manera, pese a que perdimos. Así y todo, fue emocionante, mucho más al ser hincha", relató.
Además, reconoció: "Como le pasa a cualquiera, la emoción me duró varios días. A la vez, agradecía a todos por el apoyo, pero también me mentalizaba en dar vuelta la página y pensar en lo que venía, porque las condiciones estaban dadas para jugar. Entonces fue cuestión de laburar el doble para demostrar que no se equivocaron en darme la oportunidad. Fue así como di pasos. Mi viejo me decía que el tren pasa varias y veces y sino, fuiste. Creo que me lo tomé a tiempo y forjé algo muy lindo".