La Arena Fonte Nova de Salvador de Bahía impacta por dónde se le mire. Desde el aire, porque destaca sobre los imponentes edificios que se ubican a algunas cuadras del recinto y por tierra cuando se lo rodea por la autopista. Pero no solo su tamaño es el que llama la atención. También lo hace su estructura. Esto porque el estadio más grande de la ciudad solo tiene tres tribunas. En el arco sur no hay ni una butaca. ¿Por qué? Las razones son varias.
Una de las más importantes es que lo convierte en un estadio multiuso. Hay lugar suficiente para montar escenarios pensados en recitales y eventos de otro estilo sin la necesidad de perjudicar el césped de la cancha. Además, tiene un plus: aquel sector es techado.
El imponente Arena Fonte Nova de Salvador, con capacidad para 48 mil personas, será la sede del duelo entre Bahía y Unión por la Copa sudamericana. Más allá de sus dimensiones, en la cabecera Sur tiene un llamativo hueco y se debe a que durante la Copa del Mundo de 2014 tuvo una estructura desmontable que ya no está.
Así, el escenario quedó con forma de 'herradura' -perdió 8 mil lugares con respecto a aquella cita- y mediante ese vacío ofrece una vista privilegiada hacia el Dique de Tororó, uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad con más de 2 millones y medio de habitantes.
Antes de su demolición en 2010, recibió ocho partidos del Grupo A del torneo continental de selecciones en 1989. Una vez reconstruido, fue sede tres veces en la Confederaciones 2013, seis durante el Mundial 2014 (allí fue el recordado gol de Robin Van Persie de palomita en España 1-5 Holanda) y albergó diez duelos de los Juegos Olímpicos 2016.
La dirección es Ladeira da Fonte das Pedras, Salvador. Bahía es un estado del noreste de Brasil con un territorio variado, desde la costa tropical hasta la región desértica del sertón. Cuenta con algo más de 15 millones de habitantes. Recientemente el estadio fue sede de la Copa América 2019.
Otra curiosidad de la Arena Fonte Nova es la composición del césped. Es una hierba tipo Bermuda, que es conocido como el tradicional pasto de "invierno". Eso hace que sea más resistente a la época del año y que tenga, incluso, un verde más reluciente. En junio, el invierno castiga a Salvador con lluvias muy constantes que no impactan negativamente en el terreno de juego por dicha medida preventiva.