Interés General - adiós

Miércoles 25 de Noviembre de 2020 - 14:03 hs

Seis historias que marcaron la vida de Diego Maradona

El 10 falleció hoy, y con el se van millones de anécdotas imperdibles.

Actualizado: Miércoles 25 de Noviembre de 2020 - 14:05 hs

Diego Armando Maradona cumplió el pasado 30 de octubre 60 años. Tras el anuncio de su fallecimiento este 25 de noviembre, desde SPORT queremos compartir algunas de sus historias para acercar la figura del argentino, nacido el 30 de octubre de 1960 en un barrio pobre de Buenos Aires, a través de cinco capítulos no demasiado conocidos sobre su vida y de recopilar algunos de los libros, canciones o películas que ha inspirado. 

Así se presentó Diego Armando Maradona en el fútbol profesional, tirando un caño. Fue literalmente su primera jugada en su primer partido de Primera con el primer equipo de Argentinos Juniors. Ocurrió el 20 de octubre de 1976, cuando Maradona aún no había cumplido los 16 años. Era un miércoles, día laborable, así que su padre no iba a poder ver su estreno en directo. En realidad, Maradona podría haber debutado unas semanas antes, pero estaba sancionado por haberle dicho a un árbitro en un partido de Tercera 'juez, usted es un fenómeno, tendría que dirigir partidos internacionales'.

Maradona ha muerto

Maradona se estrenó en un Argentinos Juniors-Talleres de Córdoba. Así lo explica: "Entré por Giacobetti en el segundo tiempo, con el 16 a la espalda, con la camiseta roja cruzada por una banda blanca. Antes del final del primer tiempo, Montes [el entrenador] giró la cara hacia mí y me clavó la mirada, como preguntándome, '¿se anima?' Yo le mantuve la mirada y ésa fue mi respuesta. Empecé con el calentamiento y en el arranque del segundo entré. Montes me dijo 'Diego, juegue como usted sabe. Y si puede, tire un caño'. Le hice caso. Recibí la pelota de espaldas a mi marcador, que era Juan Domingo Patricio Cabrera, le amagué y le tiré la pelota entre las piernas, pasó limpita y enseguida escuché el oooolé de la gente, como una bienvenida". 

Argentinos Juniors acabó perdiendo ese partido, pero ese día ganó un mito. Maradona empezó a ser objeto de entrevistas y reportajes. 'A la edad de los cuentos, escucha ovaciones', titulaba uno de esos reportajes. El padre de Diego, por cierto, había pedido permiso en su trabajo para acudir al estadio del barrio de la Paternal aquel histórico 20 de octubre de 1976. 

SUS CARGOS MÁS EXTRAVAGANTES

Diego Maradona fue un jugador extraordinario y fue un entrenador ávido de éxitos. Pero también ha ostentado otros cargos más extraños: destaca especialmente su peculiar paso por Bielorrusia, donde fue el presidente del Dinamo de Brest, una ciudad fronteriza con Polonia. Durante el Mundial de Rusia, en el verano de 2018, Maradona ejerció de comentarista para la televisión de Venezuela, y justo después de la final se subió a un avión con destino a Bielorrusia.

Fue recibido como un héroe: del aeropuerto al estadio viajó en un Overcomer Hunta, un tanque anfibio -capaz de desplazarse por tierra y mar- de 3,3 toneladas de peso. También le regalaron un anillo de diamantes.

Su aventura en Brest duró solo tres meses, porque Diego recibió y aceptó la propuesta de los Dorados de Sinaloa, pero al menos fue talismán para el equipo, que pocos meses después logró la primera Liga de su historia, rompiendo además la racha del BATE Borisov, que encadenaba trece Ligas consecutivas. 

Años antes, había sido entrenador esporádico y coach emocional (es decir, ofrecía charlas en el vestuario de vez en cuando) en el CD Riestra, un modesto equipo de la quinta división argentina al que llegó por amistad con Victor Stinfale, su representante y dueño de la empresa que patrocinaba al club. 

LA INTRAHISTORIA DEL MEJOR GOL DE LA HISTORIA

El 22 de junio se celebra la Pascua de la Iglesia Maradoniana. El motivo es conocido por cualquier buen futbolero. ese día, Diego Armando Maradona marcó el mejor gol de la historia de los Mundiales, en México'86. La narración de Víctor Hugo Morales, que por cierto no es argentino sino uruguayo, aún se recita casi de memoria: "barrilete cósmico, ¿de qué planeta viniste?". La palabra 'barrilete', por cierto, tiene otras acepciones en Argentina, como la de una cometa o una persona que camina sin rumbo fijo. El caso es que el gol en el que dejó por el camino a tanto inglés tuvo una especie de ensayo algunos años antes. 

Lo confiesa Maradona en su autobiografía. "Es el gol que uno sueña de pibito, y resulta que seis años antes, el 13 de mayo de 1981 durante una gira con la selección absoluta, en Wembley, yo había hecho una jugada muy parecida y definí tocándola a un costado cuando me salió el arquero. La pelota se fue fuera por nada. Mi hermano el Turco [Hugo] me llamó y me dijo 'Boludo, no tendrías que haber tocado, le hubieras amagado, si ya estaba tirado el arquero. Si vos le amagabas, enganchabas para afuera y definías con la derecha, ¿entendés?". 

NÁPOLES, 1985: EL DÍA QUE PAGÓ POR JUGAR

Acerra, un suburbio de Nápoles. Frío, lluvia y barro. Enero de 1985. Coches aparcados detrás de las porterías de un campo de fútbol. Un grupo de futbolistas aficionados calienta antes del partido. ¿Aficionados? En realidad, son profesionales, jugadores del Nápoles. Entre ellos, Maradona. Uno de sus compañeros en el Nápoles, Pietro Puzzone, nacido en Acerra, le ha pedido ayuda para jugar un partido benéfico: se trata de recaudar fondos para pagar la operación de un niño -hijo de un amigo de Puzzone-, que sufre una grave enfermedad en la boca.

El presidente del Nápoles se niega a conceder el permiso: Corrado Ferlaino acababa de pagar 7 millones de dólares por Maradona y no estaba dispuesto a que el argentino se jugase el físico en un partido amistoso en un barrio de mala muerte. Pero Maradona hace caso omiso: no solo acude al partido, sino que paga de su bolsillo un seguro por valor de 12 millones de liras. El partido se juega: Maradona hace dos goles, uno de ellos estratosférico, superando a un rival detrás de otro. Los aficionados invaden el campo para abrazarlo. 

"Fue un encuentro entre pobres, entre despreciados, entre gente de piel morena. También fue un encuentro entre seres no racionales sino impulsivos, volcánicos: los napolitanos adoraban el juego imprevisible e intuitivo de Diego. No me extraña la actitud generosa de Diego en Acerra", cuenta la periodista Alicia Dujovne, que en 1993 publicó el libro 'Maradona soy yo'. Durante esas dos horas, Acerra fue Villa Fiorito.

El combinado visitante gana 0-4. Se recaudan 20 millones de liras y el niño es operado con éxito en Francia. 

Años después, trascendió que Pietro Puzzone sigue viviendo en Nápoles, pero en la indigencia. 

EL DÍA QUE PELÉ LO PUSO EN UN APURO

Ya retirado, Maradona desempeñó varias tareas esporádicas. Entre ellas, fue presentador de televisión. En 2005 tuvo un programa de cierto éxito en Argentina llamado 'La noche del 10': en su primer programa, para empezar a lo grande, invitó a Pelé. El brasileño, eso sí, exigió cobrar: recibió 48.000 euros (Maradona cobraba 40.000 por programa).

La conversación fluyó sin problemas hasta que Pelé sacó a relucir un asunto muy espinoso. "Quiero hacerte una pregunta y espero que seas sincero conmigo: ¿pusieron somníferos en el bidón de Branco?". El asunto se remonta al Mundial de Italia, cuando Argentina y Brasil se midieron en los cuartos de final: hubo sospechas de que los masajistas argentinos habían dado al brasileño Branco agua con somníferos en una pausa para atender a un lesionado. Branco jugó el resto del partido mareado. Argentina pasó a cuartos gracias a un gol de Caniggia.

Maradona se sorprendió con la pregunta de Pelé. "Yo no fui, hubo algo de eso, pero...". Titueaba Maradona hasta que por fin encontró la respuesta adecuada. "Yo nunca necesité dormir a nadie para ganar un partido".

Pero todos los indicios apuntaban a que, efectivamente, el bidón de agua del que bebió Branco no solo tenía agua. "Alguien picó un Rophynol y se pudrió todo. Branco no me saludó nunca más", había confesado meses antes el propio Maradona. 

Otro jugador argentino, Basualdo, confirmó la tesis del somnífero, pero su seleccionador, Bilardo le amenazó con hacer públicas sus infidelidades matrimoniales si seguía ofreciendo esa versión de los hechos. 

UN ICONO POPULAR

Ningún otro futbolista ha generado tanta literatura. Quien dice literatura dice canciones y películas: Maradona es un auténtico icono popular y como tal, ha inspirado a cineastas, músicos y escritores. Entre los primeros cabe descatar a Emir Kusturica, que le dedicó un documental en 2008. Un par de años antes se estrenó ‘Amando a Maradona’, del argentino Javier Vázquez, un repaso por la devoción maradoniana en varios países. También en 2006 se rodó ‘Maradona, el pibe de oro’, del francés Jean-Christophe Rosé. El último ejemplo es el de Asif Kapadia, que en 2019 estrenó el documental ‘Maradona’, centrado en sus años napolitanos y con imágenes inéditas.

Recientemente se han estrenado dos documentales en Movistar: ‘Maradona, los años felices’, centrado en sus primeros años, y ‘FC Maradona’, que pone el foco en las dos temporadas (1982-1984) que el argentino pasó en el Barça. Menos conocida es la película argentina ‘El día que Maradona conoció a Gardel’ (Rodolfo Pagliere, 1996), en la que el jugador aparece como actor.

Repasar la lista de canciones dedicadas a la figura de Maradona llevaría horas: en el imaginario popular del aficionado español destacan ‘Santa Maradona’ (Mano Negra), ‘Maradona’, de Andrés Calamaro y ‘La mano de Dios’, del ‘Potro’ Rodrigo, un popular cantante argentino fallecido en junio de 2000 en un accidente de tráfico. El propio Maradona acudió al entierro.

Ya en solitario, Manu Chao compuso ‘Si yo fuera Maradona’. En Argentina es muy popular el tema ‘Marado’, de Los Piojos y ‘Para siempre Diego’, de Los Ratones Paranoicos.

La biografía oficial de Maradona, ‘Yo soy el Diego’, escrita por los periodistas Ernesto Cherquis Bialo y Daniel Arcucci, vio la luz en 2000. Cuatro años antes, el escritor y periodista Jimmy Burns Marañón había escrito ‘La mano de Dios’, la primera gran biografía sobre el futbolista. 

Fuente: diez en deportes