El mundo no cae por la noticia del fallecimiento de Diego Maradona, a los 60 años, mientras se recuperada en su casa en Tigre. Fue repentino, pero su estado de salud no era el mejor y un paro cardíaco terminó de apagar su llama y, a su vez, convertirlo en leyenda para toda la eternidad.
Durante toda su carrera como jugador y también como técnico, generó un amor incondicional con la gente. No solo es reconocido en Argentina, sino también en el planeta. Quizás sea el gen universal y por eso su nombre trascenderá todavía más. Por eso, en medio de la congoja lógica y la emoción, los santafesinos intentaron rendirle homenaje a su manera.
La pandemia del coronavirus impidió que pueda darse de manera más masiva, pero se encontró la forma de enaltecer la figura de Maradona, que ya está jugando picados en el cielo. Las casas de la ciudad comenzaron a lucir los colores celeste y blanco, que con tanto corazón representó en todos los lugares.
Fotos: Humanos de Santa Fe