“Sobre gustos, no hay nada escrito”, reza una frase popularmente conocida en Argentina. Incluso, alrededor del mundo es sabido que la valoración de un bien se rige de acuerdo a la subjetividad de cada uno, y que mientras un sector de la población puede disponerse a abonar grandes sumas de dinero por una obra de arte, otros, a su parecer, pueden concluir en que no lo vale.
Tal concepto se vio reflejado en los últimos días en el mercado Cripto luego de que un grupo de inversores decidiera convertirse en los flamantes adquisidores de una imagen pixelada, por “tan sólo” 605 ETH o USD 761.888,57, de acuerdo al precio actual.
Se trata de uno de los nueve CryptoPunks “alienígenas” -de un total de 10 mil personajes digitales coleccionables- más raros y más codiciados por esta comunidad. Los CryptoPunks forman parte del proyecto original de los NFT (por sus siglas en inglés), una versión tokenizada de un bien que consta con la capacidad de agregar valor. Fue introducida por la tecnología que al momento acapara la atención del mercado: Blockchain.
Punk 2890 bought for 605 ETH ($761,888.57 USD) by 0x24c5eb from 0x6611fe. https://t.co/p5IvIq3MnB #cryptopunks #ethereum pic.twitter.com/xq8Cl2imKV
— CryptoPunks Bot (@cryptopunksbot) January 23, 2021
Entre los nuevos propietarios del GIF, se encuentra FlamingoDAO, un “colectivo de NFT que apoya y colecciona NFT premium”, según un vocero de Flamingo. La compra fue confirmada a través de una publicación que la misma entidad llevó a cabo en su cuenta oficial de Twitter.
“Es sencillo: Los Cryptopunks son un proyecto innovador; es anterior al estándar ERC 721 y a los Cryptokitties“, explicó el vocero, según consignó el medio Cointelegraph. “Los Alien son la forma más rara de Cryptopunk y creemos que el Alien adquirido será apreciado por los coleccionistas con el tiempo y madurará hasta convertirse en una pieza de arte digital icónica“.
La nueva adquisición genera ciertas preguntas e incógnitas entre varios internautas que no se encuentran familiarizados con el sistema y a los que se les dificulta entender la gran suma de dinero desembolsada por una imagen que, para muchos, no la justifica.
En diálogo con NEXOFIN, Alfredo Roisenzvit, economista de la Universidad de Harvard y co-fundador de MoonQuant Capital, explica cuáles son los motivos que conducen a que una venta de este tipo se lleve a cabo y, por consiguiente, qué moviliza a que del otro lado haya un comprador que esté dispuesto a ofrecer esa cantidad de dólares por un bien.
“A través de Blockchain, empiezan a haber muchas aplicaciones que agregan valor, entre las que se encuentran los NFT que se generan con otros fines distintos a aquellos tokens que actúan como moneda. En estos casos, la finalidad es la de otorgarle autenticidad y unicidad a una obra de arte“, describe quien también ejerce como profesor de las materias de Big Data; Behavioral Economics; Regulación Bancaria, Criptomonedas y es tutor de tesis en el MBA de UCEMA y MFIN UDESA.
El medio The Daily Gwei describe diversos factores que contribuyen a querer ser parte de la comunidad CryptoPunk y, al respecto del grupo de inversores, a querer adquirir una imagen en particular. Entre ellos se encuentran: la posibilidad de formar parte de un club exclusivo en el que existen sólo 10.000 figuras o “punks” disponibles; la escases de las imágenes con características de alien (sólo existen 9 del total); el hecho de convertirse en dueño de una pieza original de la cultura NFT; o, incluso, la capacidad de especular ante un futuro comprador que pueda ofrecer más dinero que el desembolsado en una primera instancia.
Existe un total de 10.000 CryptoPunks
En ese sentido, Roisenzvit, quien dedica su tiempo al desarrollo de robots de trading algorítmico en criptomonedas en Moonquant.capital, coincide con estas características y agrega: “A veces, lo que le da valor a una obra de arte es el artista; otras, por alguna razón, es el dibujo, aunque sea simple. Sin embargo, ese dibujo impreso en un papel no valdría nada.”
Al respecto, el especialista concluye con una cuestión fundamental: “Lo interesante es que al valor de una obra de arte -que hasta ahora se sustentaba en el nombre del artista, lo que provocaba o su belleza en sí-, se le agrega una dimensión más: su unicidad digital. Blockchain es la tecnología que habilita esa unicidad digital -que le da valor- sin que la tenga que garantizar ni validar un tercero: ni un gobierno, broker, ni una empresa. Sólo la tecnología.”