Eduardo Domínguez se encontró con un panorama muy desalentador en el regreso de Colón a los entrenamientos, ya que antes de arrancarlos Emanuel Olivera había llegado a un acuerdo para marcharse a Atlético Nacional de Colombia, más allá que en primera instancia parecía que su destino estaría en Alianza Lima de Perú.
En tanto que luego apareció Luis Miguel Rodríguez, quien manifestó públicamente su intención de marcharse de Colón, debido a que considera que su ciclo en el club está "cumplido". Además, Pulga fue duro con algunos tratos de la dirigencia y con las promesas incumplidas.
Una vez en Santa Fe, el tucumano le comunicó a Eduardo Domínguez su decisión de marcharse del club, y en las últimas horas se habría juntado con José Vignatti para intentar llegar a un acuerdo para la rescisión de su contrato.
Mientras que también Bruno Bianchi le habría manifestado al DT su decisión de si llega una oferta importante poder irse de Colón. Es más, a un medio platense le reveló que está en "conflicto" con el club, debido a una importante deuda en sus haberes.
Además, vale tener en cuenta que Rafael Delgado volvió de su préstamo en Defensa y Justicia, donde jugó la final de la Copa Sudamericana (le ganaron a Lanús por 3-0 en Córdoba), y desde Florencio Varela le abren una puerta a su retorno debido a una deuda que hay por la compra de su pase y para con el jugador.
Vale recordar que Domínguez tampoco podrá contar en el arranque de la Copa Diego Maradona con Brian Fernández, que se encuentra en una clínica de Buenos Aires recuperándose de su adicción a las drogas, y con el colombiano Wilson Morelo, quien está en pleno proceso de rehabilitación tras una fractura de clavícula.
Por todos estos motivos, y por la tardanza en la llegada de refuerzos que le solicitó a la dirigencia (solo se abrochó de palabra la contratación de Alexis Castro), es que Domínguez se encuentra muy preocupado, y hasta algunos temen de que pegue un portazo y se vaya de Colón, disgustado con todo lo que le está tocando vivir en los últimos días.