La pareja de Kim Kardashian y Kanye West ya finalizó las negociaciones de separación. Pero sacando los niños de la ecuación, todavía tienen por delante un largo trabajo con respecto a la división de bienes.
La pareja ha llegado a otro acuerdo muy importante: quién se queda con la mansión familiar en la que llevan viviendo desde 2014. Se trata de una casa valorada en 20 millones de dólares que el rapero y la socialité compraron para después reformar a su gusto y poder así criar allí con todas las comodidades posibles a los pequeños North, Saint, Chicago y Psalm.
Según contó TMZ, finalmente se quedará Kim Kardashian con la mansión para evitar que los niños tengan que abandonar la única casa que han conocido. Sin embargo, el rapero pasará la mayor parte del tiempo en el enorme rancho de Wyoming que adquirió en 2019 y que ha sido su refugio durante los últimos meses.
Algunas imágenes de la mansión:
