Martín Cienfuegos es uno de los tantos santafesinos que se enfermó de coronavirus pero la forma en la que se comportó la enfermedad es sumamente singular y lo tuvo al borde de la muerte. El 24 de diciembre del 2020 se hizo un hisopado que le dio positivo y por este motivo se aisló hasta esperar que la enfermedad cumpla su ciclo. Cinco días después, el 29 de diciembre, tenía problemas para respirar y decidió internarse en el Sanatorio Americano.
El 4 de enero su cuadro empeoró y lo trasladaron al Hospital Cullen porque necesitaba utilizar la máquina ecmo, que es la que oxigena la sangre. Desde ese día estuvo en coma hasta el 30 de enero en el que se despertó solo.
Durante este mes de coma inducido, con respirador, tuvieron que hacerle una traqueotomía y perdió casi 25 kg. Cuando salió del coma, lo llevaron a la clínica de Nefrología para comenzar al recuperación y desde hace tres semanas está en su casa.
En diálogo con LT10, Martín contó que “yo entré al sanatorio con 47 años y salí con 48 porque cumplí el 8 de enero. Yo no tenía factores de riesgo, soy una persona que se cuida, que no fuma, ni toma alcohol, que juega al básquet con amigos. Yo siempre me cuidé durante este tiempo”.
Además, agregó que “cuando salí de la internación no podía caminar. Ahora estoy con un kinesiólogo y puedo caminar por mi casa. También estoy con nutricionista. De más, está decirles que perdí toda la masa muscular”.
Finalmente, Martín remarcó que “gracias a Dios tuve un final feliz. Quiero agradecerle a los médicos, las enfermeras, a mi familia, al Banco Bica, a mis compañeros de trabajo. Todos me apoyaron y ayudaron mucho en este duro momento. LEs pido a todos que se cuiden mucho proque esta enfermedad es imprevisible”.