El 26 de febrero, tan solo dos semanas después de abrir, delincuentes desvalijaron una peluquería. La particularidad del robo es que el local se encuentra en una esquina muy transitada y donde hay seis cámaras de seguridad: Avenida Perón e Iturraspe.
Después de estos días, pese a haber un detenido, no lograron recuperar nada de lo robado. Incluso esa persona fue liberada, y las cámaras de seguridad no aportaron información para la causa.
“Quedamos vacíos desde ese día. Hay mucha gente que ayudó, que donó cosas y hasta hicimos rifas para comprar las máquinas, esenciales para arrancar” contó Alexis, uno de los dos propietarios al Móvil de LT10.
“La idea es volver a arrancar, pero en un lugar más chico que el que teníamos” agregó.
Más allá del enojo y la desilusión por no tener respuestas al episodio de inseguridad que les tocó vivir, lo que les pasó mostró la faceta solidaria de la gente que les donó productos para que pudieran llevar adelante esta rifa que les permitió juntar el dinero para rescindir el contrato de alquiler y comprar la pintura necesaria para devolver el local en condiciones, ya que la nueva peluquería la iniciarán en otro lugar.