A más de 200 años de su creación, Para Elisa, de Beethoven, sigue teniendo un magnetismo inconfundible y un aura de misterio gira en torno a su origen. ¿A quién fue dedicada? ¿Cómo fue que se rescató del olvido al que parecía destinada? A continuación, todos los detalles.
Para Elisa: ¿quién fue la mujer a la que Beethoven le dedicó su obra?
El de Ludwig van Beethoven es uno de los nombres más destacados de las artes de todos los tiempos. Nacido en 1770, el compositor alemán es responsable de algunas de las piezas más trascendentes de la música como, por ejemplo, la Sinfonía n° 9.
Con un estilo que muchos ubican como puente entre el clasicismo y el romanticismo, su obra influyó a numerosos artistas de la época y se mantiene vigente hasta el día de hoy. Lo mismo ocurre con el misterio que gira en torno a algunas de sus composiciones, sobre todo una de sus más famosas piezas: Para Elisa.
El nombre de esta bagatela para piano en realidad tiene su origen a la supuesta dedicatoria que fue hallada en el manuscrito original. Lo de “supuesta” se debe a que, hasta el momento, no hay pruebas de la existencia del mismo y a que la versión que se difundió fue en verdad la de la transcripción de Ludwig Nohl, musicólogo alemán.
Esta pieza es conocida como Para Elisa y también como Para Teresa. Al parecer, el famoso compositor alemán no tenía una caligrafía muy prolija, lo que podría haber generado una confusión al momento de la transcripción.
También hay quienes afirman que Beethoven utilizó un nombre en código para no compartir de manera tan abierta los sentimientos que tenía hacia su enamorada. Pero, ¿de quién se trata? ¿Quién es la mujer en cuestión?
Todo parece indicar que se trata de Therese Malfatti von Rohrenbach zu Dezza, aunque también existe la posibilidad de que la mujer que inspiró esta famosa melodía haya sido Elisabeth Röckel.
Beethoven: su frustrada historia de amor y otras curiosidades acerca de Para Elisa
Therese Malfatti fue una joven alumna que tomaba clases de piano con Beethoven. Al parecer, en 1810, fecha en la que habría sido compuesta esta pieza, el músico se le declaró abiertamente y obtuvo un rechazo como respuesta.
En cuanto a Elisabeth Röckel, fue una cantante soprano alemana, y la teoría en este caso indica que es la famosa Elisa de la dedicatoria.
De cualquier manera, una de las mayores curiosidades de esta composición clásica radica en que tranquilamente podría haber permanecido oculta para siempre.
¿A qué se debe esto? A que, al parecer, Beethoven la creó como uno de sus tantos ejercicios y bocetos y nunca tuvo intenciones de publicarla en vida. Tal es así que la obra ve la luz por primera vez en 1867, 40 años después de su muerte.
Otro de los detalles está en que los cuadernos del artista estaban en posesión de Therese Malfatti, quien siguió siendo su amiga a pesar de la relación fallida.
Según lo compartido por Nohl, el manuscrito estaba fechado en el 27 de abril de 1810 y tenía la siguiente anotación: “Para Elisa, en recuerdo de Ludwig van Beethoven”.